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miércoles, 30 de noviembre de 2016

CLXX Aniversario del Padre Manjón

Hoy se cumple el 170º aniversario del nacimiento del Padre Manjón, motivo por el que reproducimos parcialmente el siguiente artículo de Francisco José Fernández de la Cigoña, aparecido en la revista Verbo, sobre la biografía de este gran pedagogo cristiano que fue nombrado hijo predilecto de Granada.

VIDA DE DON ANDRÉS MANJÓN Y MANJÓN, FUNDADOR DE LAS ESCUELAS DEL AVE MARÍA, POR UN MAESTRO DE DICHAS ESCUELAS *


D. Andrés Manjón y Manjón
(Sargentes, 1846 - Granada, 1823)
[...] Quiero hacerme eco de esta excelente biografía de una de las mayores glorias de la Iglesia, de la Pedagogía y de España en los siglos XIX y XX.

La figura de Andrés Manjón (Sargentes, Burgos, 1846 - Granada, 1923) es tan colosal que cualquier ocasión es buena para referirnos a él y de todo corazón recomiendo la lectura de cualquier biografía suya que sin duda será de aprovechamiento espiritual, bien la que estamos comentando, escrita por un íntimo colaborador del canónigo sacromontino que, siguiendo el ejemplo de humildad de su maestro, oculta su nombre, bien la más reciente de Fray Valentín de la Cruz, o cualquiera otra que haya aparecido o pueda aparecer sobre el insigne pedagogo que bien puede ser comparado, sin desmerecimiento alguno, con San Juan Bosco.

[...] Cursados sus estudios eclesiásticos en Burgos y Valladolid y los de Derecho en esta última Universidad, pospuso la ordenación sacerdotal para dedicarse a la enseñanza. Catedrático de Santiago y Granada, siempre integérrimo católico, en esta última ciudad decidió por fin recibir el sacramento del Orden.

A partir de entonces, su vida, hasta el momento acrisolada, adquirió los rasgos de la verdadera santidad. Fue un sacerdote ejemplar tanto en su canonjía del Sacro-Monte como en su cátedra de la Facultad de Derecho, pero su gloria inmarcesible fueron las Escuelas del Ave-María, en las que recogió a miles y miles de niños necesitados. Granada quedó como sitiada por escuelas limpias, alegres, modernas, donde gitanillos o "castellanos", todos pobres o pobrísimos, aprendían a amar a Dios y a España, a leer y a escribir, y hasta a comer y vestir, porque había un santo sacerdote que todo lo conseguía y todo lo daba. Instrucción, educación, comida, ropa y, sobre todo, amor.

Y lo de Granada se extendió por toda España. [...] Y los obispos, y los maestros y todo el mundo le felicitaba. Y él se quitaba importancia, como si nada hubiera hecho.

Sacerdote enamorado del Santísimo, de la Virgen y de los niños, su obra fue ingente. Tan ingente que todos se la reconocían, menos él mismo. Cuando murió, con honores de capitán general con mando en plaza, era hijo predilecto de Granada y de la provincia de Burgos, caballero de la Orden de Carlos III, Consejero de Instrucción Pública, Gran Cruz de Alfonso XII... y seguía paseando su sotana y su manteo raídos y desteñidos por los soles y las lluvias por su colegiata sacromontina, por la Facultad de Derecho y por sus amadísimas Escuelas del Ave-María.

Sacerdote de oración y penitencias, antiliberal y patriota, humilde y caritativo hasta extremos inverosímiles, pedagogo eximio, bien podemos decir de él lo que pocos años después aplicara Eugenio Montes al Canciller Dollfuss: murió en olor de santidad, como los santos, y en olor de multitud, como los héroes.

Toda Granada, autoridades y gitanos, ricos y pobres, clérigos y laicos, subieron al Sacro-Monte para recoger el cadáver que fue llevado al Ayuntamiento, la Universidad y la Catedral para regresar después a la iglesia de sus Escuelas, confundidos el Arzobispo con el Capitán general, el Rector de la Universidad con el Gobernador civil, el aristócrata con el gitano, el rico con el pobre. Todas las campanas de la ciudad tocaban a muerto. En todos los ojos brillaban las lágrimas. Los sacerdotes se turnaban, agotados, para tocar en el cadáver objetos piadosos: rosarios, medallas, cruces, estampas..., calculándose que pasaron de cien mil los que se acercaron al cuerpo de don Andrés. [...]

FRANCISCO JOSÉ FERNÁNDEZ DE LA CIGOÑA

Extraído de http://www.fundacionspeiro.org/verbo.html

* La obra biográfica en cuestión puede descargarse en los siguientes enlaces:

DON ANDRÉS MANJÓN: SU VIDA Y SU OBRA I
DON ANDRÉS MANJÓN: SU VIDA Y SU OBRA II

lunes, 14 de noviembre de 2016

Benedicto Torralba de Damas: Escritor granadino y mártir de la Tradición

Benedicto Torralba de Damas (1899-1936)
Benedicto Torralba de Damas fue un abogado y escritor español nacido en Salobreña (Granada) el 10 de septiembre de 1899 y asesinado por los rojos en las cercanías de Ponts (Lérida) el 14 de noviembre de 1936.

Cursó sus primeros estudios en Navas de San Juan, donde su padre tenía acreditada notaría; los primeros años de bachillerato, en Ubeda; los últimos, en el colegio de la Compañía de Jesús, de Gijón, y aprobó la carrera de Derecho en Madrid, haciendo los estudios por correspondencia y examinándose en la capital de España. En Granada estudió, con gran provecho, Filosofía y Letras.

Torralba de Damas fue, por encima de todo, escritor. Como poeta ha dejado Las Infantinas, poema inspiradísimo; la comedia carlista Más leal que galante, e infinidad de sonetos, romances, odas, epitalamios y toda suerte de versos, distribuidos por las revistas y diarios de España. Como novelista obtuvo un premio con su obra En los nidos de antaño. Publicó, además, El legado; La ruina de una casa noble; El idilio inacabado y Filosofía del toreo, y gran número de cuentos y artículos, aparecidos en su mayoría —en los últimos años— en la revista católica de Barcelona La Familia, de la que era redactor jefe.

Fundó y dirigió, por mandato de altas jerarquías eclesiásticas, la lujosa revista de la Exposición Misional Española (1928-1930). También fundó y dirigió el semanario de lucha tradicionalista Don Fantasma, cuya publicación fue prohibida por el Gobierno de la Generalidad de Cataluña. Fue asimismo el fundador de otro semanario tradicionalista, sucesor del anterior, titulado Guirigay. Colaboró en Reacción y en otras publicaciones de carácter político.

Era orador de fácil y brillante palabra. Sus conferencias contra la blasfemia, pronunciadas en Tarrasa y otras poblaciones de la comarca, dejaron beneficiosa huella. En política actuó intensamente dentro del carlismo ocupando altos cargos, y al estallar el Alzamiento Nacional ejercía el de secretario general de la Comunión Tradicionalista en Cataluña, desde cuyo puesto había contribuido celosamente a la preparación de la Cruzada. Al producirse ésta se hallaba con su familia en el pueblecito pirenaico de Bor, desde donde intentó infructuosamente pasar a la zona nacional. Detenido por los carabineros rojos, junto con otros fugitivos, fue encarcelado en Seo de Urgel, de cuya prisión fue arrancado violentamente el 14 de noviembre de 1936 para ser conducido a Lérida en unión de otros compañeros de cautiverio. Ninguno de ellos llegó a su destino, suponiéndose fueron fusilados en las cercanías de Pons.

Extraído en su mayor parte de su artículo en la Enciclopedia Espasa (suplemento 1936-1939, 1r tomo) escrito por quien fue su amigo Antonio Pérez de Olaguer

Banquete-homenaje a los señores Antonio Pérez de Olaguer Feliú (presidiendo la mesa, der.) y Benedicto Torralba de Damas (izq.) por el éxito obtenido por la obra de que son autores, «Más leal que galante». Fotografía tomada de El Siglo Futuro (17/12/1935)

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Carlos Calderón Vasco: Un carácter generoso

Tal día como hoy, en 1891, moría el valiente y patriota general carlista, caballero del Ideal, de quien quisimos que nuestro humilde círculo tradicionalista tomase el nombre.


Un carácter generoso 
«Con la muerte de tu hermano pierdo un amigo fiel, un servidor heroico, un compañero leal de los buenos como de los malos días, cuya nobleza de alma he podido apreciar en más de veinte años de trato continuo, y España pierde uno de los caracteres generosos, activos y emprendedores de que está tan necesitada.» 

Tal escribió Carlos VII a la Duquesa de la Unión de Cuba, en carta fechada en Venecia el 11 de noviembre de 1891, refiriéndose a don Carlos Calderón y Vasco, fallecido unos días antes. ¡Bien merecía los augustos elogios!

Nació en Granada el 13 de junio de 1845 en el seno de aristocrática familia. Renunciando a una brillante posición, ofreció en París sus servicios al Rey legítimo a raíz de la revolución de septiembre, quedando a las órdenes inmediatas de aquél con el empleo de Capitán.

Fue elegido diputado a Cortes en 1872; pero, al informarse del próximo alzamiento carlista, dimitió el cargo y trabajó activamente en la realización de empréstitos y adquisición de armas. El día 20 de septiembre del mismo año repasó la frontera a las órdenes del general Ollo, y poco después se distinguió por su arrojada bravura en Azpeitia, Monreal, Oñate, Eraul, Lecumberri, Estella, Dicastillo y Puente-la-Reina. En esta última acción ascendió a Teniente Coronel; ganó la faja de Brigadier en Lácar, en la que tomó tres veces a la bayoneta Monte-Esquinza, y conquistó el empleo de Mariscal de Campo en Montejurra.

Terminada la campaña fue a la emigración, llevando en su pecho tres cruces rojas del Mérito Militar, y siempre fiel a su Bandera y a su Abanderado entregó su alma a Dios en la capital de Francia [el 9 de noviembre de 1891].

El Cruzado Español (Madrid, 8 de noviembre de 1929)

Carlos Calderón de niño, fotografía cedida a este
cuaderno de bitácora por el Sr. Marqués de Jaureguizar

martes, 1 de noviembre de 2016

Tradiciones de grandes almacenes


                     

Ya se acaba otro Halloween, una fiesta en la que los niños se disfrazan y llaman de puerta en puerta para amenazar con jugarretas si no les entregan golosinas. Es el «truco o trato», que ha llegado a España desde Estados Unidos y ya es prácticamente una tradición… de grandes almacenes.

Hace ya meses, en uno de esos malos ratos que paso cuando tengo en la televisión un telediario, salió una sección dedicado a la metedura de pelo del «Toro de la Peña» en la que cambiaron el fuego de las astas del toro por unas bombillas LED. A raíz de la polémica que se creó a causa del Toro de la Peña, la sección aprovechó para hablar de tradiciones que habían cambiado con el objetivo (o eso decían ellos) de equilibrar tradición y respeto a los animales. El truco del Toro de la Peña no contentó a nadie, pero resulta que otros sí. Uno de esos fue cambiar una persecución por unos toros por unas grandes bolas de plástico que hacían rodar por una cuesta. En otra ocasión, cambiaron una captura de patos por una captura de huevos de plástico en el mar con regalos en su interior. Por supuesto, les encantó a los niños.
Todos esos cambios me produjeron una fuerte repulsa, pero lo que más me escandalizó fue el hecho de que en todos se impusieron productos manufacturados, por lo general de algún tipo de plástico; lo que choca con los elementos de cualquier tradición popular. Antes, todos los elementos de las tradiciones los daba la tierra, los paría un animal o los producía un artesano. Se trataba de algo al alcance relativo de cualquiera. Ahora no: todo es salido de una fábrica y hay que confiar en un agente externo para que tenga lugar una tradición. La actitud oficial parece que estuviera sacada de Un Mundo Feliz, de Aldous Huxley: el sistema económico impone el odio a la naturaleza, pero con reservas (mientras venda).
Esto explica por qué también se ha impuesto el modelo anglo-sajón de la Navidad: ayuda al consumismo. Y no se sorprendan si en unos años aparecen, si es que no existen ya, grupos que quieran prohibir la Tomatina bajo la excusa de que se malgasta comida.
Lo malo de lo natural es que de ello sólo sacan provecho los ganaderos y agricultores, o al menos los que no llenan su ganado y su cosecha de hormonas y transgénicos. El Día de Todos los Santos no interesa, porque las flores no se fabrican en masa y los dulces tradicionales del Día de Todos los Santos se pueden hacer en casa. Halloween sí que da beneficios: disfraces, golosinas, decoración, películas de miedo… todo se puede hacer en masa en una fábrica.
El Día de Todos los Santos no genera consumismo, pero sí Halloween. Y ahora Halloween es una tradición, pero es una tradición productiva. Con ella, los difuntos, protagonistas del Día de Todos los Santos o del Día de Difuntos, pasan a segundo plano en beneficio del egoísmo personal y de la felicidad material, y la dependencia hacia los comercios es total.