A comienzos de enero de 1938, Fernando de Contreras, un carlista granadino (la zona andaluza fue siempre fiel mayoritariamente a Fal Conde) dirigió una carta al que denominaba como Javier Carlos de Borbón, que desempeñaba el caudillaje transitorio e interino de la Santa Causa, quejándose de «la desorientación, división y diversidad de apreciaciones de nuestra retaguardia política, que contrasta con el heroísmo y unidad de nuestra incomparable vanguardia, sólo atenta a ganar la guerra.»
En la carta se manifestaba perplejo respecto de la situación de la Comunión, pues, aunque hubiera habido una entrevista entre Franco y don Javier, las versiones que sobre ella circulaban eran varias y contradictorias. Contreras pedía que «de modo público y notorio ordene V.A. la integración o desintegración con FET y de las JONS.» El mero hecho de que la cuestión se planteara nos da la medida de la resistencia a la integración, pero ni se podía dar respuesta ni Franco hubiera tolerado su difusión, ni tampoco quienes estaban en el frente hubieran entendido que fuera negativa. La reticencia de Contreras hacia Falange llegaba hasta el extremo de denominar a sus miembros como «revolucionarios nacionales-sindicalistas». *
* Contreras, 8-I-1938, Archivo Fal Conde.
La Cultura, Volumen 3. Manuel Tuñón de Lara.
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