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miércoles, 30 de septiembre de 2015

¿Proviene el nacionalismo vasco del carlismo?

Suele decirse que Sabino Arana, fundador del PNV, provenía de una familia carlista (arruinada con la última guerra carlista por sus servicios a la causa de don Carlos). Aquí terminan todos los argumentos de quienes sostienen (o suponen) una filiación u origen carlista del nacionalismo vasco. El hecho de que Arana, tras su "conversión", abominara toda su vida del carlismo (en el que nunca militó), acusándolo de todos los males del pueblo vasco por su "fuerismo españolista", y que el separatismo tenga mayor arraigo en las zonas históricamente más industriales o vascófonas y no en las zonas más carlistas, no parece apartar a muchos de esta intuición. Sin embargo, los hechos históricos desmienten este infundio.

Para entender el contexto político de la época, es preciso señalar que las corrientes descentralizadoras no fueron algo exclusivo del carlismo, aunque el carlismo fuera uno de los más tenaces defensores del auténtico regionalismo. Desde la Revolución de Septiembre de 1868, el federalismo contó con inquebrantables partidarios en el campo liberal, liderados por Francisco Pi y Margall. Estos, a pesar de su pensamiento anticatólico, llegaron a emplear el lema de Vizcaya (lema no exclusivo del carlismo) «Jaungoicoa eta Foruac» (Dios y Fueros), lema que también desvirtuaría más adelante Arana, cambiando Foruak por Lagi zarra (Ley vieja), debido a la conocida connotación españolista de la palabra fuero.

Bien sabida es la procedencia republicano-federalista de uno de los principales fundadores del nacionalismo catalán, Valentí Almirall. Del mismo modo, en el país vasco y Navarra también hay precedentes del nacionalismo entre liberales; ejemplo de los mismos es Fidel de Sagarminaga, a quien los propios nacionalistas vascos consideran uno de sus precursores. La Enclopedia Euskomedia define así su biografía:

Personalidad política e intelectual vizcaína, nacida en Bilbao el 27 de noviembre de 1830 y muerta en la misma capital el 20 de marzo de 1894.
Los primeros años de su vida pública transcurrieron en Madrid. Miembro del partido Unión Liberal de O'Donell, esta militancia le llevó a ocupar cargos administrativos de relieve como diputado a Cortes por Vinaroz (Castellón), oficial del Ministerio de la Gobernación y Gobernador Civil con el gobierno de Ríos Rosas. Comienza su andadura periodística en La España Regional de Barcelona, fundando en 1856 en la capital madrileña el periódico El Criterio y tomando al mismo tiempo parte activa en la vida del Ateneo. La revolución de 1868 le separa de sus cargos, regresando a Vizcaya.
En 1870 es nombrado alcalde de Bilbao, puesto del que dimitirá tras el Convenio de Amorebieta. Representante del fuerismo liberal que evolucionará hacia el fuerismo intransigente pre-nacionalista, será el jefe de la "resistencia vasca" a la Ley Abolitoria de los Fueros de 21 de julio de 1876 y principal valedor de la reintegración foral en las negociaciones llevadas a cabo con Cánovas del Castillo en Madrid. Funda, con otros, el periódico fuerista La Paz que se publicará en Madrid de 1876 a 1878. El mismo año de la abolición crea el Partido Fuerista de Unión Vascongada, precedente de la sociedad Euskal Erria. En 1880 aparecerá su órgano, el diario Unión Vasco-Navarra
Elegido Diputado General del Señorío (1876-78), en 1880 obtiene acta de diputado a Cortes por Durango. Tras su muerte, Euskal Erria, dirigida por Ramón de la Sota, evolucionará hacia el nacionalismo.

Quién mejor que Engracio Aranzadi, alias «Kizkitza», uno de los primeros seguidores de Arana, para saber cómo empezó el nacionalismo vasco. Este hombre reconoció en sus memorias tituladas Ereintza: siembra de nacionalismo vasco, que a finales del siglo XIX la debilidad de la organización nacionalista, «sólo efectiva en Bilbao» (ciudad eminentemente liberal), era «máxima».

Engracio de Aranzadi "Kizkitza" (1873-1937)
verdadero organizador del PNV moderno 
encendido admirador de Mazzini, esto es,
del nacionalismo italiano de raíz masónica, 
centralismo jacobino y obediencia británica

Desde el principio los contactos entre separatistas y «fueristas ateos», procedentes del campo liberal, existieron. En palabras de Sabino en noviembre de 1893:

Cuando apareció Bizkaya por su independencia, comunicáronme mis amigos particulares que había gustado tanto a ciertos elementos, que pensaban obsequiarme con un banquete. Esos elementos eran: cabezas X y X médico afamado... ateo que no tiene reparo en declarar sus ideas ante quien quiera, y por tanto conocido como tal por todos; prosélitos, varios conspicuos antiguos de la Euskalerria que le habían seguido a X cuando salió. Me llegó la invitación; accedí.

Es cierto que en ese banquete la conversación fue acalorada, y Aranzadi, a juzgar por sus palabras, habría renegado hoy de los vascos (pueblo descristianizado por el separatismo), pues dijo «si mi pueblo se resistiera [a aceptar el catolicismo] renegaría de mi raza». No obstante, las compañías posteriores del separatismo no dejarán de ser hombres procedentes del liberalismo español.

Es interesante advertir cómo, a finales del siglo XIX, más de dos décadas después de la derrota carlista en la guerra, con el tradicionalismo político dividido y los vascongados afrentados por la pérdida de sus fueros en 1876, existía aun un fervor hiperpatriótico español en Vasconia. ¿No dicen que el nacionalismo vasco viene del carlismo derrotado? ¿Cómo se explica pues que aún no se hubiera generado el caldo de cultivo nacionalista? ¿Por qué nadie hacía caso a los escasos bilbaínos seguidores de Sabino Arana? Tan es así, que mientras decenas de títulos de la prensa tradicionalista vascongada llegaba diariamente a los caseríos vizcaínos, guipuzcoanos y alaveses, el periódico de Arana, Bizkaitarra, solo logró publicar la ridícula cifra de 32 números —entre 1893 y 1895— y, su sucesor, El Correo Vasco, no duró más que tres meses, de junio a septiembre de 1899.

Así cuenta Aranzadi la pasión españolista en Vascongadas a raíz de la guerra contra Estados Unidos en 1898:

Fuera de la guerra de Marruecos con O'Donell, contienda fácil, por el atraso de ese pueblo africano, no había tenido España una tensión de este género desde la era napoleónica. Y se encontraban sus hijos embriagados con las mentiras de historiadores y periodistas sobre la eficacia bélica invencible de España como en los días del sol que no se ponía, invocados de continuo. Parlamento, Diputaciones, Ayuntamientos, diarios, revistas, toda la prensa, tribunas civiles y eclesiásticas constituían una hoguera formidable de pasión y locura. (...)
Por mucho que viva el nacionalismo vasco y por difíciles que puedan ser los trances en que se encuentra no se verá, por fortuna, en situación tan agobiadora como aquella de los meses de Abril y Mayo de 1.898. Por un lado la exaltación hiperpatriótica española, y por otra, la máxima debilidad de una organización, sólo efectiva en Bilbao (...)

En el citado libro también se echa por tierra la tesis de que los integristas, escisión del carlismo, no tuvieran el más mínimo problema en renegar de España. Aranzadi define el regionalismo de éstos como:

(...) un vasquismo forzado, por la separación de Nocedal, que no veía incompatibilidad entre España y Euskadi, tendencia seguida por los señores Sanz y Otxoa, Agiñaga y Pérez Ikatzategi.

Si bien es cierto que en 1898 lograron convencer al periódico nocedalista donostiarra El Fuerista de que se hiciera nacionalista, no siguieron esa tendencia el grueso de los integristas vascongados, que en aquel tiempo contaban con muchos otros periódicos en la región (además de los que recibían de Madrid), y, según el mismo Aranzadi, el cambio ideológico en El Fuerista provocó la muerte del diario (por la pérdida de suscriptores):

(...) divididos los guipuzkoanos integrantes del grupo fuerista y axfisiados (sic) por el ambiente hostil, debieron juzgar los del Consejo que no era posible seguir publicando el diario. (...)
Murió El Fuerista con once años de existencia y solo veinte días de vida nacionalista.

Para muestra del ambiente burgués y elitista de los primeros nacionalistas, procedentes de familias evidentemente liberales, y el desprecio que en realidad sentían a la Vasconia rural (por mucha retórica que a favor de ella empleasen), no tiene desperdicio lo que cuenta Arana que le decían sus correligionarios cuando decidió casarse con una aldeana:

(...) juzgaban y me decían que desprestigiaba el partido con mi acto —por casarme con una aldeana— y daba un golpe de muerte al nacionalismo. (...)

Nuevamente el libro de Aranzadi muestra su única implantación inicial en la muy liberal ciudad de Bilbao. El fundador del PNV escribía en 1903:

«(...) Probablemente nuestro partido prestará apoyo a candidato extraño bajo condiciones escritas, en cuatro distritos: Bilbao, Barakaldo, Gernika y Markina. Venceremos sólo en Bilbao.»

Después de la muerte de Arana en noviembre de 1903, su acólito vuelve a señalar la antipatía de todos los partidos (incluyendo el carlista y el integrista) hacia el proyecto separatista, de cuyo fracaso se mostraban seguros tras el fallecimiento de su inventor:

Con el éxito que habían alcanzado nuestros enemigos abriendo la fosa del gran jefe vasco, con sus infames tropelías, se juzgaban seguros, acompañándoles gozosos en ese sentimiento, las fuerzas que entonces se vanagloriaban de enemigas del régimen alfonsino vigente, del socialismo al integrismo.

Bien, a cualquiera que lea el libro de Aranzadi le queda claro que Sabino Arana fue consciente de su fracaso, llegando a proponer al partido "hacerse españolista". Sin embargo, todos sabemos que después arraigó el separatismo en las Vascongadas. ¿De dónde procedieron, pues, los hombres (y el dinero) que rescataron al separatismo vasco del irremediable naufragio al que iba encaminado? Dice «Kizkitza»:

Había sido suspendido El Correo Vasco, nuestro diario, tan pronto como causó los gastos de instalación a los cuatro meses de vida. No teníamos más que el semanario La Patria. Necesitábamos del aire de la prensa diaria para vivir. Era la necesidad suprema de aquellos días. Un año antes había fundado en Donostia D. Rafael de Pikabea El Pueblo Vasco. Joven, rico, ágil, activo e inteligente, se encontraba en inmejorables condiciones de lucha. (...) 
El me lo decía con toda sencillez y nobleza. Si me arañaran, se vería que soy nacionalista por dentro, pero no me conviene declararlo. (...) Quería que colaborásemos (...) en las columnas de su diario con toda libertad. Y empecé a escribir. (...) 
Abríamos luego, según veremos, el ''Centro Vasco'' en Donostia y fué también ese diario el que nos defendió en el vendaval horrendo que provocamos con ésto. Además nos dió 7.000 pesetas para los gastos de instalación de la Sociedad; todo ello en tiempos en que nosotros no le podíamos ofrendar más que disgustos, porque no se decidía a venir al campo nacionalista, y sobre todo, disgustos muy fuertes, porque esa protección que nos concedía, le presentaba como separatista abominable ante los que le rodeaban; ante las autoridades hispanas y el Rey Alfonso XIII. (...)
Reconocer el desinterés y valentía con  que el Sr. Pikabea nos ayudó, desde sus tiendas, en aquellos tiempos durísimos, es un deber de justicia y un deber también de gratitud.

¿Quién era el tal Rafael Picavea o "Pikabea"? Un liberal alfonsino, director del diario El Pueblo Vasco, sin cuya ayuda el nacionalismo habría carecido del indispensable eco mediático que precisa toda ideología para cambiar a la sociedad. En palabras de Iñaki Anasagasti:

Don Rafael Pikabea era un hombre fundamentalmente liberal. Ese calificativo fue el signo de su vida política. (...) donde Pikabea rindió eminentes servicios a la causa de la libertad de su pueblo fue en su periódico, en El Pueblo Vasco, cuando tomaba la pluma del popularísimo Alcibar y, con una gracia inimitable, atraía a las filas del vasquismo a una masa muy considerable, demasiado asustadiza, demasiado recelosa para incorporarse de lleno al nacionalismo vasco. Los patriotas gipuzkoanos, los vascos en general, debemos mucho a Pikabea.

Ya hemos mencionado antes a Ramón de la Sota, perteneciente a una familia alfonsina extraordinariamente rica, y que sucedió a Sagarminaga al frente de la revista Euskal Erria. No somos nosotros, sino el historiador Pedro José Chacón Delgado quien afirma que fue debido a su confluencia que los seguidores de Arana pasaron de ser una asociación minoritaria a «un partido con posibilidades reales de alcanzar cuotas de poder político» [1]. Se trata de otro de los grandes mecenas del PNV:

Ramón de la Sota y Llano, nacido en Castro Urdiales (Cantabria) el 20 de enero de 1857 y fallecido en Guecho (Vizcaya, País Vasco) el 17 de agosto de 1936, fue empresario naviero, abogado y político español del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y una de las mayores fortunas de su época. El Rey de Inglaterra le otorgó el título honorífico de Caballero y se hizo llamar constantemente «sir Ramón de la Sota».
Sota aporta solidez económica al PNV y así participa económicamente en El Correo Vasco con el 20,4 % del capital.

De este modo, en 1909 volvía a publicarse Bizkaitarra y la lepra separatista pudo seguir creciendo e infectando con sus ideas una sociedad que hasta entonces había sido furibundamente españolista.

En cambio, desde el principio el separatismo vasco se topó con una oposición frontal desde las filas del carlismo, su peor enemigo. Hasta tal punto llegó la enemistad, que con frecuencia los tradicionalistas tuvieron que liarse literalmente a tiros con los violentos bizkaitarras, que les gritaban, de manera lógica para ellos:

«¡Muera España!, ¡Muera Carlos VII! y ¡Viva Alfonso XIII!» [2]

También en las Cortes los separatistas no contaron con mayor oposición que la de los tradicionalistas, que sin dejar de defender los fueros a ultranza, abominaron de los enemigos de la Patria. Darían buena prueba de ello diputados como Rafael Díaz Aguado y Salaberry o el gran Víctor Pradera, al que los separatistas asesinarían en 1936 por tratarse de uno de sus mayores enemigos.


Hasta aquí, de momento, nuestra refutación al infundio de que el nacionalismo vasco es hijo del carlismo como "segunda vía" de reacción al liberalismo o cosa parecida.

* [1] Chacón Delgado, Pedro José. Nobleza con libertad. Para una historia de la derecha vasca (2015), p. 59.
* [2] Véase: Sobre el mitin de Andoaín: Interpelación del Sr. Salaberry (4 de mayo de 1908).

martes, 29 de septiembre de 2015

Don Joaquín Dávila Ponce de León y Valverde.

Don Joaquín Dávila Ponce de León Valverde (Granada, 1908 - Granada, 1962) pertenecía a una ilustre familia tradicionalista granadina. Fue dirigente provincial de la Comunión Tradicionalista y uno de los fundadores del Tercio de Requetés de Isabel la Católica de Granada, del que fue capitán durante la Cruzada de Liberación de 1936.

La propia residencia personal de don Joaquín era la sede del Requeté antes de la guerra, siendo don Joaquín uno de los primeros objetivos de las turbas marxistas tras el 18 de julio, que llegaron a personarse ante su domicilio y, bajo la acusación de que había realizado disparos contra obreros, fue inmediatamente detenido. En torno a esta sede se agruparon los heroicos miembros del Requeté granadino, siendo dirigente de la Comunión en Granada don Ramón Contreras y Pérez de Herrasti.

Sede del Requeté antes de la guerra y domicilio de
don Joaquín Dávila en Granada (calle San Matías 26)

Don Joaquín actuó en el Tercio en diversos frentes granadinos en acciones destacadas, por cuyas acciones recibió diversas condecoraciones de la campaña.

Era también miembro de la Hermandad de Alféreces Provisionales. Sus dotes de organización le llevaron a desempeñar durante largo período cargos destacados en la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores y perteneció a la Real Maestranza de Caballería de Granada.


Información parcialmente obtenida de Hoja oficial del lunes (01/10/1962)

viernes, 25 de septiembre de 2015

Cronología del Carlismo

Cronología del Carlismo o Tradicionalismo Español desde sus orígenes hasta nuestros días



1814: Fernando VII y su hermano, el Infante Don Carlos, regresan de su cautiverio francés. Tras recibir el Manifiesto de los Persas firmado por 69 diputados a las Cortes Ordinarias, el Rey legítimo de España restaura el Estado Cristiano, suprimido por Napoleón Bonaparte, y anula la Constitución liberal de 1812.

1820: Rafael del Riego, militar perteneciente a la masonería, se alza contra el Rey en Cabezas de San Juan con un ejército destinado a combatir a los rebeldes de América. Esta traición permite que España pierda sus posesiones continentales de Ultramar. Se inicia el Trienio Liberal.

1822: La Guardia Real se subleva contra el llamado gobierno constitucional. Se alzan diversas partidas realistas en Castilla la Vieja, Provincias Vascongadas, Cataluña, Aragón, Murcia, La Mancha y Andalucía. Los realistas toman la Seo de Urgel e instalan una Regencia. Las fuerzas anticonstitucionales se titulan Ejército de la Fe.

1823: El Reino de Francia envía la expedición de los Cien Mil Hijos de San Luis al mando del Duque de Angulema para ayudar a los realistas y liberar a Fernando VII. En esta ocasión, los franceses son recibidos por el pueblo español como libertadores.

1827: Ante las reformas liberales y el no restablecimiento del Tribunal de la Santa Inquisición, los llamados apostólicos de Cataluña, partidarios del Infante Don Carlos, inician la llamada Guerra de los Agraviados o dels Malcontents. Se invoca la necesidad de legitimidad de origen y de ejercicio por parte del monarca.

1830: Fernando VII promulga ilegalmente sin el concurso de las Cortes la Pragmática Sanción para derogar el Auto Acordado de 1713, conocido como Ley Sálica (en realidad semi-sálica), que impedía la sucesión a la corona de su hija, la Infanta Doña Isabel.

1832: Fernando VII cae enfermo y deroga en La Granja la Pragmática Sanción (en realidad, jamás promulgada legalmente). Tras recobrar su salud, anula el decreto derogatorio.

1833: Tras la muerte de Fernando VII, el Infante Don Carlos María Isidro emite el Manifiesto de Abrantes, declarando sus derechos al trono para salvaguardar la Religión y el cumplimiento de la Ley. Será proclamado con el nombre de Carlos V. Se produce el alzamiento de Talavera de la Reina, iniciándose la Guerra de los Siete Años o Primera Guerra Carlista. Bajo la bandera dinástica, voluntarios realistas y anticonstitucionales combatirán a la Revolución liberal para restaurar el Estado Cristiano.

1834: El gobierno cristino firma el Tratado de la Cuádruple Alianza, obteniendo apoyo financiero y militar de Inglaterra, Francia y Portugal.

1835: Muere en el Sitio de Bilbao el General Zumalacárregui, genial organizador del ejército carlista.

1837: La Expedición Real del ejército carlista llega hasta las puertas de Madrid.

1839: Traidores asesinan al Conde de España, leal defensor de Don Carlos. El General Maroto traiciona a Don Carlos y firma el Convenio de Vergara, fusilando a numerosos oficiales carlistas leales. Finaliza la guerra en el norte.

1840: El General Cabrera y sus tropas se retiran a Francia, finalizando la Primera Guerra Carlista.

1844: El Brigadier Antonio de Arjona funda en Madrid el periódico La Esperanza, dirigido por Pedro de la Hoz como órgano oficioso del carlismo hasta la década de 1870.

1845: Carlos V abdica en su hijo, Carlos VI, conde de Montemolín.

1846: Tras fracasar el intento de matrimonio entre la llamada Isabel II y Carlos VI pretendido por Jaime Balmes y Juan Donoso Cortés, los carlistas de Cataluña se alzan nuevamente en armas contra la usurpación bajo el mando del General Cabrera. Se inicia la Guerra de los Matiners.

1847: Benito Tristany es hecho prisionero y fusilado en Solsona.

1849: Finaliza la Guerra de los Matiners o Segunda Guerra Carlista.

1850: La Esperanza es el periódico de mayor circulación en España, puesto que mantendrá durante casi un quinquenio.

1855: Se levantan partidas carlistas en Castilla, Aragón, el Maestrazgo y sobre todo en Cataluña debido al nuevo fracaso de unión matrimonial entre la dinastía carlista y la reinante, y contra los ataques a la Iglesia durante el Bienio Progresista, que impone la libertad de cultos y la desamortización de Madoz.

1859: Estalla la Guerra de África. Numerosos voluntarios carlistas, principalmente de Cataluña, las Provincias Vascongadas y Navarra, se alistan en el Ejército español para combatir a los moros.

1860: Fracasa un alzamiento carlista en San Carlos de la Rápita. El General Ortega es fusilado.

1861: Muere Carlos VI. Recaen en su hermano, Juan III, los derechos a la Corona, a los que renunciará debido a su pensamiento liberal.

1864: Doña María Teresa de Braganza, Princesa de Beira y viuda de Carlos V, publica el manifiesto titulado Carta a los españoles, confeccionado por Pedro de la Hoz y el Dr. José Caixal, obispo de la Seo de Urgel.

1868: La Revolución Septembrina derroca a la llamada Isabel II. Se inicia el Sexenio Revolucionario. Numerosos isabelinos católicos se incorporan a las filas carlistas por su defensa de la Religión y de la Patria. Juan III abdica en su hijo, Carlos VII, duque de Madrid. Don Carlos delega el mando del movimiento en Ramón Cabrera y Griñó, conde de Morella y capitán general de los Reales Ejércitos, que organiza la Junta Central Electoral.

1869: Fracasa el primer alzamiento por Carlos VII. Se levantan partidas en La Mancha, comandadas por Juan de Dios Polo y Vicente Sabariegos; y en León, por Pedro Balanzátegui, que es fusilado en Valcobero. En Montealegre los liberales asesinan a ocho jóvenes carlistas por orden del general Prim. El carlismo se constituye por primera vez como partido político bajo el nombre de Comunión Católico-Monárquica y se presenta a las elecciones constituyentes, obteniendo 20 escaños.Los diputados carlistas como el Cardenal García Puente, el Obispo Monescillo, Ramón Vinader, Guillermo Estrada y el canónigo don Vicente Manterola se destacarán por su defensa legendaria de la Unidad Católica de España. El diputado Cruz de Ochoa aclama a Carlos VII en plena sesión de las Cortes.

1870: Ramón Cabrera presenta su dimisión. Tiene lugar el Congreso Carlista de Vevey (Suiza) en el que se sientan las bases organizativas de la Comunión Católico-Monárquica (también conocida ya en esa época como Partido Carlista, Comunión Carlista, Comunión Legitimista y Comunión Tradicionalista). Francisco Javier Fernández de Henestrosa, marqués de Villadarias, es nombrado Presidente de la Junta Central. Don Alfonso Carlos, hermano de Carlos VII, defiende al Papa en Roma con los Zuavos Pontificios frente a la invasión de Garibaldi.

1871: Los carlistas pasan de 20 a 51 escaños en las Cortes.2 Se inicia la conspiración contra el régimen ante la nueva usurpación de Amadeo de Saboya. Generales del Ejército se comprometen.

1872: Ante la nueva usurpación de Amadeo de Saboya, la Comunión Católico-Monárquica opta por las acciones bélicas. Los generales del Ejército no cumplen su compromiso. Se inicia la Tercera Guerra Carlista. Carlos VII restaura los fueros de Cataluña, Valencia y Aragón, suprimidos por Felipe V tras la Guerra de Sucesión en 1714.

1873: En enero el Infante Don Alfonso Carlos, acompañado de su esposa, Doña María de las Nieves Braganza, entra en España por Cataluña y toma el mando de los carlistas catalanes. Don Alfonso Carlos participará en campañas importantes, como la conquista de Cuenca. En mayo entra en España Carlos VII y se pone al mando de un Ejército regular, mandado por el General Antonio Dorregaray, en el que se distingue el General Nicolás Ollo. Se producen victorias importantes en Eraul, Montejurra y Lamindano.

1875: Tras el Pronunciamiento del General Martínez Campos que pone fin a la Primera República, Ramón Cabrera traiciona a la causa y reconoce al llamado Alfonso XII.

1876: Carlos VII abandona España y finaliza la Tercera Guerra Carlista. Se produce la peregrinación carlista a Roma. Luis María de Llauder funda en Barcelona el diario carlista El Correo Catalán como sucesor de La Convicción.

1878: El Papa León XIII agradece a Carlos VII sus servicios a la Iglesia.

1879: Cándido Nocedal es nombrado Delegado General de Don Carlos.

1885: Muere Cándido Nocedal. Don Carlos asume la dirección del carlismo.

1887: Carlos VII viaja a Hispanoamérica. Se crean cuatro jefaturas regionales dirigidas por Juan María Maestre; León Martínez de Fortún y Erles, conde de San León; Francisco Cavero y Álvarez de Toledo, marqués de Lácar; y Juan Nepomuceno de Orbe y Mariaca, marqués de Valdespina.

1888: Tras la publicación del Manifiesto de Burgos por parte de Ramón Nocedal, se produce la escisión integrista por la ambición personal de Nocedal y la oposición de Don Carlos a la pretensión de restaurar la Inquisición, aunque mantiene el principio de Unidad Católica. La causa carlista pierde numerosos periódicos, entre ellos, El Siglo Futuro, pero mantiene a sus masas. Se funda en Madrid El Correo Español, órgano de prensa de la Comunión Tradicionalista hasta su desaparición en 1921.

1889: Los carlistas crean juntas locales, provinciales, regionales y una central, y organizan festejos civiles y religiosos para celebrar el XIII Centenario de la Unidad Católica de España,​ que constituyen una manifestación y un alarde de las fuerzas y organización de la Comunión Carlista.

1890: Don Carlos nombra a Enrique de Aguilera y Gamboa, marqués de Cerralbo, Jefe Delegado de la Comunión Tradicionalista para reorganizarla.

1895: Carlos VII instituye la Fiesta Nacional de los Mártires de la Tradición.

1897: Se da a conocer el Acta de Loredán, que marca el programa del movimiento. Aparece en Pamplona El Pensamiento Navarro, periódico que defenderá el carlismo hasta su desaparición en 1981. En esta fecha se vienen publicando más de 30 periódicos carlistas en España.

1898: Al estallar la Guerra de Cuba y Filipinas contra Estados Unidos, numerosos carlistas se alistan en el Ejército español para combatir a los yankees. Tras la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas debido a la pésima gestión del gobierno liberal, se produce una conspiración carlista contra el gobierno que fracasa debido a la defección del General Weyler.

1899: Cerralbo es sustituido por Matías Barrio Mier.

1900: Se produce el fallido asalto al cuartel de la Guardia Civil en Badalona por medio centenar de carlistas capitaneados por José Torrens, excombatiente en Cuba. Sin autorización de Carlos VII, Salvador Soliva y José Muntadas ordenan el alzamiento algunas partidas carlistas en Cataluña y Valencia. El gobierno suprime durante meses todos los periódicos y círculos carlistas.

1907: La Comunión Tradicionalista participa en la coalición Solidaridad Catalana con la Liga Regionalista, el Partido Integrista y el Partido Republicano Federal. Los carlistas obtienen 14 escaños en el Congreso y 6 en el Senado. Se funda en Barcelona el Requeté como organización juvenil, convirtiéndose después en organización paramilitar para hacer frente a las agresiones de los "jóvenes bárbaros" del Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux.

1908: El 25 de julio tiene lugar un multitudinario mitin carlista en Zumárraga (Guipúzcoa), con la asistencia de más de 25.000 personas. El príncipe Don Jaime asiste de incógnito.

1909: Muere Matías Barrio Mier y es sustituido por Bartolomé Feliú. Muere Carlos VII y le sucede su hijo, Jaime III. Los carlistas pasan a llamarse jaimistas. Se produce la Semana Trágica en Barcelona y desaparece la coalición Solidaridad Catalana.

1911: Los jaimistas hacen frente a una ataque lerrouxista durante un aplec tradicionalista en Sant Feliu de Llobregat (Barcelona). El enfrentamiento se salda con un muerto legitimista y cuatro del enemigo. La prensa liberal acusa del suceso a los tradicionalistas. Los lerrouxistas se abstienen de volver a atacar a los tradicionalistas.

1912: Tras la renuncia de Feliú, Don Jaime crea una Junta Suprema bajo la presidencia del Marqués de Cerralbo.

1913: Los restos mortales de Rafael Tristany son repatriados de Lourdes a Barcelona y trasladados de allí a Ardévol (Lérida), su pueblo natal. El jaimismo adquiere una enorme popularidad en la llamada Peregrinación de la Lealtad. Diez mil jaimistas acuden a Lourdes, donde Don Jaime preside el funeral de Rafael Tristany. El traslado de los restos de Tristany da ocasión a imponentes manifestaciones legitimistas en Cataluña.

1914: La Comunión Tradicionalista hace campaña por los Imperios Centrales frente al gobierno aliadófilo para garantizar la neutralidad de España en la Primera Guerra Mundial. El político tradicionalista más destacado en la campaña es Juan Vázquez de Mella, conocido como el Verbo de la Tradición por su magnífica oratoria. Ese año se editan en España 38 periódicos jaimistas y 9 integristas.

1918: Cerralbo es sustituido al frente de la Junta Suprema por Romualdo Cesáreo Sanz Escartín.

1919: Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, Don Jaime publica un manifiesto contrario a la Prusia protestante y favorable a la Rusia zarista y la Francia borbónica redactado por Francisco Melgar, en el que recrimina a la dirección de la Comunión Tradicionalista su política respecto a la Gran Guerra, apartada de la estricta neutralidad deseada por Don Jaime. Se disuelve la Junta Suprema y se produce la escisión de Mella. Pascual Comín es nombrado Secretario General de la Comunión Legitimista, y después, Luis Hernando de Larramendi. Se crean los Sindicatos Libres en el Ateneo Obrero Legitimista de Barcelona.

1921: José de Selva y Mergelina, Marqués de Villores, es nombrado nuevo Secretario General del partido tras la renuncia de Hernando de Larramendi. Deja de publicarse el órgano de prensa del movimiento, El Correo Español.

1923: Los jaimistas de los Sindicatos Libres participan en el golpe de Estado de Primo de Rivera en Barcelona. Don Jaime en un principio ve con buenos ojos la proclamación del Directorio Militar. Muchos jaimistas ingresan en el Somatén primorriverista y algunos ocupan puestos en la dictadura.

1925: Don Jaime se manifiesta hostil a la dictadura de Primo de Rivera por no haber solucionado el problema de Marruecos y la cuestión regionalista. Numerosos jaimistas sufren persecuciones, destierros y cierres de círculos y periódicos.

1931: Tras proclamarse la Segunda República, Don Jaime apoya al gobierno provisional en el mantenimiento del orden y la protección de las iglesias y advierte del peligro comunista, afirmando: «sacrificaría hasta la última gota de mi sangre en la lucha contra el comunismo antihumano, poniéndome al frente de todos los patriotas para oponerme a la implantación de una tiranía de origen extranjero». En dicho manifiesto defiende asimismo la bandera bicolor y el regionalismo, declarándose enemigo del separatismo. Don Jaime fomenta el regreso de los mellistas e integristas a la Comunión Tradicionalista pero fallece poco después. Le sucede su tío, Don Alfonso Carlos. Los mellistas se reintegran en la Comunión.

1932: Se constituye una Junta Suprema bajo la presidencia del Marqués de Villores. A su muerte, el cargo es ocupado por Tomás Domínguez Arévalo, conde de Rodezno. Los integristas regresan a la Comunión Tradicionalista. El diario El Siglo Futuro se convierte en el órgano oficioso del tradicionalismo. Se produce un gran resurgimiento del carlismo en toda España. En octubre el periódico El Cruzado Español se separa de la Comunión Tradicionalista; sus partidarios serán conocidos como cruzadistas y se autodenominan "núcleo de la lealtad".5

1933: La persecución del bienio azañista al tradicionalismo aviva la llama y propagandistas tradicionalistas recorren toda España. Se crean organizaciones de Boinas Rojas y Margaritas. Se forma el centro electoral Tradicionalistas y Renovación Española (TYRE) entre la Comunión Tradicionalista y los contrarrevolucionarios alfonsinos de Antonio Goicoechea y José Calvo Sotelo. Los candidatos tradicionalistas se presentan a las elecciones de noviembre en diversas coaliciones de derechas y obtienen 21 escaños,3 4 de ellos por Andalucía, novedad nunca antes vista.

1934: Manuel Fal Conde es nombrado Secretario General de la Comunión Tradicionalista. En un acto en Potes declarara: «los pueblos tienen derecho a levantarse contra los tiranos». Se inician los preparativos entre carlistas y militares para el Alzamiento Nacional.

1935: Se adopta la Cruz de Borgoña como emblema del Requeté y de la Comunión Tradicionalista. Fal Conde es nombrado Jefe Delegado. En el aplec de Montserrat se concentran 40.000 carlistas y Fal Conde lanza su vibrante frase: «Si la revolución quiere llevarnos a la guerra, habrá guerra».

1936: En diversas provincias, los tradicionalistas se presentan a las elecciones de febrero en las coaliciones anti-izquierdistas del Frente Nacional Contrarrevolucionario y el Frente Catalán de Orden, obteniendo 15 escaños.4 Ante la deriva revolucionaria del gobierno del Frente Popular, el 18 de julio los requetés se alzan contra la República marxista con una parte del Ejército. Se inicia la llamada Cruzada de Liberación y se crea la Junta Nacional Carlista de Guerra. Cien mil combatientes requetés luchan por Dios y por España contra comunistas y separatistas. Masas de carlistas en Cataluña, Madrid, Valencia, Vizcaya y otras regiones quedan en zona roja y son masacradas.

1936: Don Alfonso Carlos muere sin descendencia, nombrando como regente al primo hermano de Don Jaime: Don Javier de Borbón, posterior duque de Parma. Se extingue la principal rama de la dinastía carlista.

1937: El General Franco promulga el Decreto de Unificación entre tradicionalistas y falangistas bajo su propio mando. La dirección de la Comunión Tradicionalista no acata el decreto. El partido único se hace con el control de numerosos periódicos y círculos carlistas. Fal Conde se exilia durante unos meses en Lisboa. Don Javier de Borbón Parma es expulsado de España.

1938: El General Franco nombra tenientes honorarios del Ejército español a los veteranos de las guerras carlistas, que define como «Cruzadas del siglo XIX, precursoras Movimiento Nacional».

1939: El bando nacional gana la guerra. Los requetés desfilan victoriosos.

1940: Comienzan a publicarse los primeros volúmenes de la monumental Historia del Tradicionalismo Español de Melchor Ferrer, Domingo Tejeda y José F. Acedo.

1941: Fal Conde se opone al alistamiento de requetés en la División Azul y es confinado en Menorca.

1942: Atentado de Begoña. Un falangista lanza dos bombas contra un acto carlista al que asistía el General Varela, causando 117 heridos.

1943: Don Carlos Pío de Habsburgo-Lorena y Borbón, archiduque de Austria, publica un manifesto en el que se proclama legítimo heredero del trono de España. Algunos tradicionalistas se separan de la Comunión y lo reconocen como sucesor de Don Alfonso Carlos con el nombre de Carlos VIII. Sus partidarios serán conocidos como carlooctavistas.5

1944: La Gestapo alemana detiene en Francia a Don Javier. El regente de la Comunión Tradicionalista es condenado a muerte y trasladado a Dachau y otros campos de concentración. Será liberado en 1945.

1946: El Conde de Rodezno y otros tradicionalistas, disidentes de la jefatura de Fal Conde e integrados en el llamado Movimiento Nacional, visitan en Estoril al hijo del llamado Alfonso XIII, Don Juan, al que proponen reconocer sus pretendidos derechos a la corona si acepta los principios tradicionalistas y rechaza el liberalismo.

1947: El gobierno promulga la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado. España se declara Estado católico constituido en Reino. Se establece una monarquía electiva. El Jefe del Estado podrá proponer a las Cortes su sucesor a título de rey o regente.

1948: Congreso de la Agrupación de Estudiantes Tradicionalistas (AET). La juventud carlista se reorganiza.

1950: Don Javier jura los fueros de Vizcaya ante el Árbol de Guernica.

1952: Don Javier asume formalmente sus derechos al trono de España ante un Consejo Nacional celebrado en Barcelona durante el Congreso Eucarístico Internacional.

1953: Muere Don Carlos Pío de Habsburgo-Lorena.

1955: En declaraciones al diario Arriba, el General Franco ensalza la figura del llamado Alfonso XIII, elogia a los tradicionalistas integrados en el llamado Movimiento Nacional y humilla a los javieristas, calificándolos de «diminuto grupo de integristas, apartados desde la primera hora del Movimiento, sin eco en la nación» y «seguidores de un príncipe extranjero». Fal Conde cesa como Jefe Delegado. Don Javier nombra una Secretaría Nacional compuesta por José María Valiente, José Luis Zamanillo, Ignacio Hernando de Larramendi y Juan Sáenz-Díez, presidida por el primero. Se inicia la llamada "política de intervención", que trata de influir en el régimen franquista para provocar su evolución hacia una monarquía católica y tradicional.

1957: El príncipe Don Carlos Hugo, hijo primogénito de Don Javier, es presentado a las masas carlistas en la concentración anual de Montejurra en memoria de los muertos requetés. Don Carlos Hugo se declara defensor de los principios del 18 de julio. Los tradicionalistas juanistas, dirigidos por José María Arauz de Robles, se separan formalmente de la Comunión y se reúnen con Don Juan en Estoril.6 Don Juan dice asumir los principios tradicionalistas.

1958: Franco promulga la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento inspirada en buena medida en la doctrina tradicionalista, proclamando el acatamiento a la Ley de Dios según la doctrina de la Iglesia (Declaración II) y la Monarquía tradicional, católica, social y representativa (Declaración VII).7 Don Juan se presenta ante sus partidarios tocado con la boina roja carlista. Mauricio de Sivatte, antiguo jefe regional carlista de Cataluña, se separa de la Comunión y proclama junto a sus seguidores la llamada Regencia Nacional y Carlista de Estella (RENACE). José Luis Zamanillo González-Camino es nombrado Secretario General de la Comunión Tradicionalista.

1960: Cesa el Secretariado Nacional y José María Valiente es nombrado Jefe Delegado de la Comunión Tradicionalista. Se constituyen en diversas ciudades de España los Círculos Culturales Vázquez de Mella como sedes de la Comunión. Llegará a abrirse cerca de 60 círculos. Don Javier nombra a José Arturo Márquez de Prado Delegado Nacional de Requetés.

1961: El Viacrucis de Montejurra de este año supera los cincuenta mil asistentes tradicionalistas, que aclaman a Don Javier y a Don Carlos Hugo, mostrando su rechazo al posible nombramiento como sucesor de Franco del hijo de Don Juan, Juan Alfonso, conocido como Juan Carlos.

1962: Se funda en Madrid la Hermandad Nacional de Antiguos Combatientes de Tercios de Requetés, presidida por José Luis Zamanillo. Don Carlos Hugo se entrevista con el General Franco en el palacio de El Pardo y contesta a Franco que ciertamente es necesaria la unidad de los monárquicos, «pero de los monárquicos del 18 de julio».8 En el llamado Contubernio de Múnich, José María Gil Robles, miembro del consejo privado de Don Juan, se reúne con separatistas y socialistas. El PSOE afirma estar dispuesto a aceptar una "monarquía democrática". Carlooctavistas y sivattistas crean las llamadas Juntas de Defensa del Carlismo.9

1963: La dirección de la Comunión Tradicionalista publica un manifiesto en defensa de la Unidad Católica de España ante la intención del ministro de Asuntos Exteriores Fernando Castiella de promulgar una ley de libertad religiosa para agradar a los yankees y la comunidad internacional. Se funda en Murcia el Movimiento Obrero Tradicionalista (MOT), que pronto se desviará de la doctrina tradicionalista.

1964: La camarilla de Carlos Hugo, dirigida por Ramón Massó, logra expulsar a José Luis Zamanillo de la Comunión Tradicionalista. La Secretaria Nacional de la AET publica un "Esquema Doctrinal" con la intención de cambiar el ideario carlista. Disidentes doctrinales de la Comunión en el MOT y la AET realizan diversas actividades.

1965: Fal Conde trata de evitar una declaración de libertad religiosa del Concilio Vaticano II iniciando una Cruzada de oraciones y de misas y convocando un concurso para premiar un libro sobre la unidad católica como fundamento político-social de España, que gana Rafael Gambra. Los modernistas en el seno de la Iglesia ganan una batalla con la promulgación final de la declaración disciplinar Dignitatis humanae a favor de la libertad de cultos, aunque se reafirma la obligación de individuos y sociedades a abrazar la fe de Cristo.

1965: El Infante Don Sixto, segundo hijo de Don Javier, se alista en el banderín de enganche de la Legión española bajo el nombre de Enrique Aranjuez.

1966: José María Zavala es nombrado Secretario General de la Comunión Tradicionalista y junto con Ramón Massó trata de apartar al Jefe Delegado, José María Valiente.

1966: Francisco López Sanz se ve forzado a dimitir como director de El Pensamiento Navarro y le sucede Javier María Pascual, que da al periódico una nueva orientación ideológica y colabora con Massó y Zavala. El periodista José Carlos Clemente presenta a Carlos Hugo como un príncipe socialista.

1967: Numerosos carlistas de toda España escriben a Don Javier preocupados por la actuación de la Secretaría dirigida por Zavala y auspiciada por Carlos Hugo. Don Javier reconoce que existe «una larga conspiración europea para deshacer el Carlismo con mentiras y calumnias» para beneficiar en España a los «progresistas, rojos y comunistas» y que han sido falsificados documentos a los que se atribuye su autoría. En su mensaje en la concentración de Montejurra, Don Javier confirma la línea política de la Comunión Tradicionalista contraria a los innovadores. En una circular a los jefes regionales, se comunica que las autoridades de la Comunión no dudarán en reprimir, con todo rigor, las actuaciones de quienes colaboren en actitudes de rebeldía con esa línea política, ofensivas para la dignidad del carlismo. Massó presenta su dimisión, junto con los otros integrantes de la Secretaría, salvo José María Zavala y Ángel Romera. Los disidentes de la AET anuncian que se desvinculan del carlismo. Amparo Munilla, Jefa Nacional de las Margaritas, acusa a la Secretaría de estar contacto con los comunistas y de haber abierto e interceptado la correspondencia de Don Javier. Roberto Gonzalo Bayod se opone al desviacionismo de El Pensamiento Navarro y acusa a Ramón Massó y José María Zavala de traidores. La Secretaría logra expulsar a Munilla y Bayod de la Comunión.

1968: Valiente dimite como Jefe Delegado de la Comunión Tradicionalista ante su fracaso en la política de colaboración con el régimen, que ignora a los tradicionalistas. Juan José Palomino es nombrado Presidente de la nueva Junta Suprema. El Centro Zumalacárregui organiza el Segundo Congreso de Estudios Tradicionalistas en Madrid.10 El gobierno expulsa de España a la familia Borbón Parma.

1969: Franco restablece la dinastía usurpadora liberal en la persona de Juan Carlos, que es designado su sucesor a título de rey como "Príncipe de España". Después de la romería de Montejurra, centenares de jóvenes navarros se concentran en Estella y se producen enfrentamientos con las fuerzas de orden público.

1970: La banda terrorista ETA hace estallar una bomba en la imprenta de El Pensamiento Navarro por negarse sus propietarios a cambiar los ideales del periódico y haber expulsado a su anterior director "progresista". El atentado es reivindicado por un grupúsculo marginal autodenominado "Grupos de Acción Carlista" (GAC). En el llamado "Congreso del Pueblo Carlista" reunido en Arbonne (Francia), los carlohuguistas pretenden cambiar toda la doctrina carlista y expulsan a José María Valiente de la organización.

1971: Francisco Puy Muñoz presenta en Santiago de Compostela el libro ¿Qué es el Carlismo?11 El llamado "Congreso del Pueblo Carlista" dirigido por Don Carlos Hugo decide abandonar el calificativo de tradicionalista, empleado como sinónimo de carlista desde hacía cien años, y adquiere la denominación de Partido Carlista como única posible. Los carlohuguistas nombran secretario general a José María Zavala. Algunos destacados tradicionalistas tratan de reagrupar al carlismo entorno a la Hermandad Nacional Monárquica del Maestrazgo, presidida por Ramón Forcadell Prats, para lograr la implantación de la Monarquía del 18 de julio, proyecto que fracasará ante la deriva juancarlista de la Hermandad.

1972: El llamado "Partido Carlista" abandona todo pensamiento carlista y se declara defensor del socialismo autogestionario del dictador yugoslavo Tito. El príncipe Carlos Hugo pierde definitivamente su legitimidad de ejercicio. Los tradicionalistas se han desvinculado del nuevo partido. La mayoría de excombatientes requetés y carlistas de toda España han dejado de acudir a la concentración anual de Montejurra.

1973: En el domicilio madrileño de José Arturo Márquez de Prado la Junta Nacional de Requetés realiza una declaración señalando que asume la tarea de «rehacer la Comunión Tradicionalista» y afirma alzarse contra el príncipe Carlos Hugo por haber «abandonado nuestra bandera». Dicho manifiesto afirmaba asimismo que enarbolando la bandera tradicionalista pretendían «la salvación de las esencias más entrañable de nuestra doctrina social y política, último baluarte desde el cual nos disponemos a librar la postrera batalla contra el marxismo, los totalitarismos de toda laya y el capitalismo anticristiano».

1974: El llamado "Partido Carlista" se suma a la Junta Democrática junto al Partido Comunista de España liderado por Santiago Carrillo, autor de matanzas en masa de miles de carlistas y católicos españoles durante la Guerra Civil.

1975: Don Sixto Enrique de Borbón dirige una carta pública a su hermano acusándolo de haber abandonado los principios carlistas, se erige en Abanderado de la Tradición y se pone al frente de la Comunión Tradicionalista. Valiente funda con algunos tradicionalistas Unión Nacional Española (UNE), que entra en la federación Alianza Popular (AP) hasta 1978 y reconocerá a Don Juan Carlos como rey de una «monarquía católica, tradicional, social y representativa» que Juan Carlos rechazará completamente. Muere el General Franco.

1976: Se reorganiza la Comunión Tradicionalista. Don Sixto de Borbón nombra a Juan Sáenz-Díez Jefe Delegado. Don Sixto preside la concentración anual carlista del Quintillo en Sevilla. Carlos Hugo invita al Viacrucis de Montejurra en memoria de los muertos de la Cruzada a partidos comunistas, socialistas, separatistas y a la banda terrorista ETA. Don Sixto acepta acudir a Montejurra para salvar el carlismo y la memoria de los muertos requetés con José Arturo Márquez de Prado y numerosas personalidades defensoras de la ortodoxia del movimiento, que se hallarán en inferioridad de número frente a huguistas e izquierdistas. Los sucesos de Montejurra se saldan con la muerte de dos izquierdistas en extrañas circunstancias.

1977: Poco antes de morir, Don Javier publica desde París un manifiesto reafirmando la doctrina carlista resumida en su lema "Dios-Patria-Fueros-Rey", en el que señala la incompatibilidad entre carlismo y marxismo o separatismo. Sucede a Don Javier como regente de la Comunión Tradicionalista su hijo Don Sixto, duque de Aranjuez. La Comunión Tradicionalista se constituye legalmente como partido político12 y se opone a la llamada "Transición democrática", realizando durante varios años numerosas campañas propagandísticas en toda España y pronunciando sonados discursos recogidos por la prensa y medios de comunicación. Algunos de los oradores tradicionalistas más destacados serán Jesús Evaristo Casariego y José María Codón.

1978: Militantes de la antigua RENACE fundan Unión Carlista y no reconocen a ningún aspirante al trono. El jefe de las Juventudes Tradicionalistas de Vizcaya, José María Arrizabalaga, es asesinado por ETA con el objetivo de neutralizar al carlismo tradicionalista y como represalia por los Sucesos de Montejurra.

1978: La Comunión Tradicionalista se opone a la peor Constitución liberal de España en toda su historia y pide el No en su referéndum. El llamado "Partido Carlista" de Carlos Hugo pide votar Sí a la Constitución atea y liberal.

1979: La Comunión Tradicionalista se presenta a las elecciones generales en la coalición católica antiliberal Unión Nacional que logra un escaño que ocupa Blas Piñar, con más votos que algunas formaciones separatistas que obtienen numerosos diputados gracias a la Ley Electoral. El llamado "Partido Carlista" no logra representación parlamentaria y sus bases se trasladan a partidos de izquierdas y separatistas. Carlos Hugo renuncia a la presidencia de su fracasado partido, reconoce a Juan Carlos como rey y abandona España.

1981: Desaparece el periódico carlista El Pensamiento Navarro. En su último número denuncia el contexto «demoliberal, con consenso marxistoide y separatista» y destaca la trayectoria heroica del periódico en defensa de la Tradición.

1984: Carlos Cort Pérez-Caballero es designado Jefe Delegado de la Comunión Tradicionalista por Don Sixto.

1986: Se celebra en San Lorenzo de El Escorial el Congreso de la Unidad Carlista. La Comunión Tradicionalista admite la entrada de antiguos sivattistas de Unión Carlista y otros tradicionalistas en la Comunión Tradicionalista Carlista (CTC), nombre que venía usándose por los seguidores de Don Sixto y por los carlistas desde la década de 1930. El llamado "Partido Carlista", agrupación ya marginal, entra en coalición con el Partido Comunista de España y otros grupos de extrema izquierda para fundar Izquierda Unida (IU), coalición de la que es expulsado pocos meses después.

1989: Con motivo del XIV Centenario del III Concilio de Toledo, la revista Iglesia-Mundo publica un número monográfico en defensa de la unidad católica de España con las firmas, entre otros, de los catedráticos José Orlandis, Tomás Marín, Rafael Gambra, Mons. Emilio Silva de Castro, Victorino Rodríguez, Álvaro d'Ors y el obispo de Cuenca José Guerra Campos, bajo la dirección de Miguel Ayuso.

2001: Don Sixto publica un manifiesto llamando al reagrupamiento de los leales, que han ido abandonando su vinculación con la nueva dirección de la CTC, argumentando desviación doctrinal, mala gestión y una reducción de la presencia carlista en las regiones que todavía controlaba a la mínima expresión. Se crea la Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto bajo la dirección de Rafael Gambra.

2004: Tras la muerte de Rafael Gambra, Miguel Ayuso asume la jefatura de la Secretaría Política.

2010: José Miguel Gambra es nombrado Jefe Delegado de la Comunión Tradicionalista leal a Don Sixto. Se inscribe legalmente la Candidatura Tradicionalista (CTRAD).


Véase también: Un poco de historia, el carlismo durante Franco.

Notas:

[1] Algunos de los diputados de la minoría carlista fueron el Cardenal García Puente, Arzobispo de Santiago; don Antolín Monescillo, Obispo de Jaén; don Vicente de Manterola, canónigo; el catedrático Guillermo Estrada y los abogados Joaquín María Muzquiz, Cruz Ochoa de Zabalegui, Ramón Vinader y Ramón Ortiz de Zárate.
[2] Los diputados carlistas electos fueron: Rodrigo Ignacio Varona, Ramón Ortiz de Zárate, marqués de Sofraga, Guillermo Verd, José Quinta Zaforteza, Manuel Sureda, marqués de Campo Franco, Jorge de San Simón, Luis María Llauder, Ramón Vinader, conde de Orgaz, Nicolás Pasalodos Ledesma, conde de Canga Argüelles, José Royo y Salvador, Benito Sánchez Freire, Joaquín Hernández, Luciano Puga, Emilio Lázaro, Domingo Miguel Bassols, José Vidal y Llovatera, Luis de Trelles, Narciso Martínez Izquierdo, Ignacio Alcíbar y Zabala, Benigno Rezusta, Manuel Unceta y Murúa, Francisco Gassol y Jové, José Ignacio Dalmau, Juan Civit, Juan Vidal y Carlá, Joaquín María de Sullá, Agustín María Saco, Ramón Somoza Saavedra, conde de Roche, Luis Echevarría, Joaquín María Múzquiz, Cruz Ochoa, Cesáreo Sanz López, Demetrio Iribas, Fernando Felipe Fernández, Guillermo Estrada, Cándido Nocedal, Alejandrino Menéndez de Luarca, Domingo Díaz Caneja, Matías Barrio y Mier, Juan Sánchez del Campo, José María Pereda, Matías Wall, Narciso María Castellví, Julián Otal, Ramón Nocedal, Tomás Vélez Hierro, Diego Musoles, Alejo Novía Salcedo, José Luis de Antuñano, Antonio Juan de Vildósola, Valentín Gómez.
[3] Resultaron electos: José Luis Zamanillo y González-Camino, Gonzalo de Merás y Navía-Ossorio, Luciano de la Calzada, Francisco Estévanez Rodríguez, Marcelino Oreja Elósegui, José Luis de Oriol Urigüen, conde de Rodezno, Javier Martínez de Morentín, Esteban Bilbao y Eguía, Luis Arellano Dihinx, Miguel de Miranda y Mateo, José María Lamamié de Clairac, Javier Ramírez Sinués, Jesús Comín Sagüés, Casimiro de Sangenís Bertrand, Joaquín Bau Nolla, Juan Granell Pascual, Joaquín Manglano y Cucaló de Montull, Romualdo de Toledo y Robles, Ginés Martínez Rubio, José María Hinojosa, Miguel Martínez de Pinillos Sáenz, Juan José Palomino Jiménez, Manuel Senante Martínez (véase aquí).
[4] Componían la minoría tradicionalista: José Luis de Oriol y Urigüen, José María Valiente Soriano, José María Arauz de Robles, Ricardo Oreja Elósegui, Antonio Paguagua Paguagua, conde de Rodezno, Francisco Javier Martínez de Morentín y López, Luis Arellano Dihinx, Jesús Elizalde y Sáinz de Robles, Gonzalo de Merás y Navía-Osorio, Luciano de la Calzada, José María Lamamié de Clairac y de la Colina, Ginés Martínez Rubio, Joaquín Bau Nolla, Jesús Requejo San Román, Jesús Comín Sagués.
[5] El octavismo, movimiento originado en la década de 1930 por el periódico El Cruzado Español, fue impulsado por el jurista militar Jesús de Cora y Lira, junto con Arsenio de Izaga y Bruno Ramos Martínez. En Cataluña, donde vivía Don Carlos Pío, su representante fue el doctor Ramón Gassió Bosch.
[6] El séquito lo componían Rafael Olazábal, Carlos Sanz, Conde de la Florida, Marqués de Albaya, Juan Durán García-Pelayo, Enrique J. Gómez Comes, José María Melis Saera, Conde de Camprodón, Juan Ángel Ortigosa, Benito Fernández Lega, Javier Agudo, Joaquín Dávila Valverde, José María Comín Sagüés, José de Contreras González de Anleo, Carlos Arauz de Robles, Jesús Elizalde, Conde de Melgar, José María Dávila Valverde, Lucas María de Oriol, Marqués de Baides, Luis Arellano, Tomás Perosanz, Luis Villamor, J. Manuel de Oráa, Bernardo de Salazar, Marqués de Grijalba, Fermín Erice, párroco de Añorbe (Navarra), Luis Alonso Fernández, Eduardo Ortega Gómez, Alejandro de la Cruz Requena, José Argudo Sánchez, José María Aguilar, Miguel Miranda Mateo, Conde de Ríocavado, Jesús Ruiz Manzanos, José María Ochoa, Constancio López Barco (presbítero), Narciso San Baldomero, Eduardo Aguirre, Ignacio de Olazábal, José María Arauz de Robles y Eloy Ruiz Aramburu.
[7] Véase "El Tradicionalismo y la Ley Fundamental del Estado", por Miguel Fagoaga, aquí.
[8] Acompañaron a Carlos Hugo el catedrático Álvaro d'Ors, el marqués de Albaicín y Ramón Massó.
[9] Fueron promovidas por Joaquín García de la Concha.
[10] Entre otros, presentan ponencias Francisco Elías de Tejada, Francisco Canals Vidal, Carlos Ibáñez Quintana, Francisco Puy Muñoz y Juan Casañas Balsells.
[11] Edición cuidada por el presentador junto a Francisco Elías de Tejada y Rafael Gambra, con la colaboración de Carlos Abraira López, Enrique Alonso Yagué, Tomás Barreiro Rodríguez, Jorge Beneito de Mora, Jesús Evaristo Casariego, Jaime Calderilla y García del Villar, Luis Cortés Echanove, Carlos Esteve Montagut, Félix Fernández Murga, Emilio Fernández Pintado, Pedro Paulo de Figueiredo, Pedro Galvao de Sousa, Joaquín García de la Concha, José Iturmendi Morales, Félix Adolfo Lamas, Vicente Marrero Suárez, Ernesto Miramón, Diego Reyna de la Muela, Balbino Rubio Robla, Alberto Ruiz de Galarreta, Luis Ruiz Hernández, José Luis Santaló y Rodríguez Viguri, Emilio Serrano Villafañe, Carlos Alberto Soares, Eduardo Trigo de Yarto, Alfonso Treviño de Villalaín, Jesús Valdés Menéndez-Valdés, Ramón Villalón de Cuartas y Gustavo Villapalos Salas.
[12] La nueva junta estaba constituida por Juan Saenz Díez, Ignacio Laviada, Juan Antonio de Olazábal, José María Fal Macías, Raimundo de Miguel, Angel Onrubia, José Arturo Márquez de Prado, Domingo Fal Macías, Antonio Garzón, José Antonio Cabrero, Ignacio Toca, Guillermo Padura, Cruz María Baleztena, Federico Ferrando y José Cabrero Abascal.

OFICIALES DESTACADOS DE LOS EJÉRCITOS CARLISTAS

De la Primera y Segunda Guerra Carlista: Infante Sebastían Gabriel de Borbón y de Braganza, Tomás de Zumalacárregui y de Imaz, Ramón Cabrera y Griñó, Miguel Gómez y Damas, Conde de España, José Jara, Juan Romagosa, Vicente de la Hoz, Conde de Villemur, Juan B. de Balmaseda, Juan B. Zubiri, Manuel de Staricó, Lorenzo Menarquez, Conde de Alcudia, José Aznares, José de Uranga, Conde de Negrí, Juan Antonio Guergué, Conde de Casa-Eguía, Manuel de Medina-Verdes y Cabañas, José Miralles (a) El Serrador, Jerónimo Merino, Marqués de Valde-Espina, Bruno de Villarreal, Domingo Forcadell, Francisco García, Manuel Carnicer, José María de Sagastibeza, Isidro Díaz de Robles, Luis Llagostera, Manuel María González, José de Lespinasse, Vicente González Moreno, Joaquín de Montenegro, Antero Dancausa, Ramón O'Callaghán y Tarragó, José Joaquín de Llorens, Santos de Ladrón de Cegama, Fernando López Aguado, Miguel de Lacy, José de Arias Teijeiro, Prudencio de Sopelana, Marqués de Bóveda, José Borges, Joaquín Quílez, Juan Bautista Erro, José Álvarez de Toledo, Francisco Benito Eraso, Antonio Tallada, José de Sureda, Francisco Tadeo Carlomade, José María de Villavicencio, Barón de Rhaden, Miguel de Otal, Conde de Orgaz, Luis García de la Puente, Melchor de Silvestre, Bartolomé Guibelalde, Basilio Antonio García, Pablo Sanz, Ignacio Brujo, Carlos Pérez de las Vacas, Santigo Villalobos, Martín Luis de Echevarría, Bartolomé Porredón Ros de Eroles, Juan Caballería, Juan Pertegaz, Barón de Herves, Pedro L. de Guimarest, Francisco Romero Palomeque, Conde de Sechi, Rafael Salas Planademunt, José Maña Puig, Fray Felipe López Catalá, Marqués de Villafranca y de Medina-Sidonia, Francisco de Ulibarri, José de San Juan, Teodoro Carmona, José María de Arroyo, José Sacanell, Epifanio Carrión, Euleterio Carrión, Francisco de Iturralde, Joaquín de Alzáa, Francisco de Alzáa, Juan Manuel de Sarasa, Blas María Royo de León, Juan de Goiry, Francisco Ramón Morales, José María de Arévalo, Fernando de Zabala, Luis Eyaralar, Joaquín de Montagut y de Doménech, Marcelino Gonfaus (a.) Marsal.

[Del Alzamiento de San Carlos de la Rápita: Jaime Ortega y Olleta, Joaquín Elío, Francisco Cavero, Mariano Boixaderas, Cristóbal Raga]

De la Tercera Guerra Carlista: Rafael Tristany, Francisco Savalls y Masot, Juan Castells y Rosell, Cayetano de Freixa, Joaquín de Freixa, Juan Francesch y Serret, José B. Moore, José Ponze de León, Isidro de Iparraguirre, José de Zubiri, Antonio Lizárraga, Elío Mogrovejo, Marco de Bello, Antonio Dorregaray, Nicolás Ollo, José de Suelves y de Montagut, Teodoro Rada (a.) Radica, Ignacio Wilhs, Jerónimo Galcerán, Doming Massachs, Benito Font-Cuberta, Pascual Cucala Mir,  Luis de Mas, Joaquín Sacanell,  Manuel Vilageliu, Juan Camps Segalés, Isidro Pamies (Cercós),  Juan Pérez Nájera, Antonio de Suelves y de Ustariz Marqués de Tamarit, Antonio de Arjona, Leoncio González de Granda, Juan de Zaratiegui, Barón de Sangarrén, Antonio de Brea, Mariano Torres de Navarra, Joaquín Elío y Ezpeleta, Romualdo Martínez de Viñalet, Felipe Sabater, Joaquín Llorens, Torcuato Mendiry, Antonio Díez de Mogrovejo, José García Albarrán, José Pérula, Marqués de Grañina, Juan María Maestre, Marqués de Segarra, Amador del Billar, Marqués de Campmany, Ignacio Plana, Alejandro Reyero, Emilio Martínez Vallejos, Cesáreo Sanz, Carlos de Yargas, José de Oriol, Javier Rodríguez de Vera, Julián García Gutiérrez, Marqués de Vallecerrato, José Martínez Tenaquero, Marqués de las Hormazas, Juan Polo, León Martínez de Fortún, Fernando Carnevali, Fernando Adelantado, Vicente Alcalá del Olmo, Francisco de Alemany, José de Alemany, Rafael Álvarez, N. Álvarez del Manzano, N. Álvarez Sobrino, N. Amilibia, Castor de Andéchaga, N. Angosto, Federico Anrich, José Aperregui, Severino Arellano, Alejandro Argüelles, Antonio de Arjona, Emilio de Arjona, Prudencio Ayastuy, N. Baró, N. Barrado, Esteban Barrasa, Alfonso Barraute, José María Berenguer, Bartolomé Benavides, Elicio de Berriz, Juan Ignacio de Berriz, Cipriano Blanco, N. Bock, Marqués de Bondad-Real, Carlos Calderón Vasco, Antonio Camacho, Raimundo Camón, Marqués de Capmany, Fulgencio Carasa, Fernando Canevali, N. Caso, N. Castro, Francisco Cavero, Enrique Chacón, Benito Cherri, Amado Claver, N. Cortázar, Carlos Costa, Manuel de la Cruz, José Curto, Félix Díaz Aguado, Hermenegildo Díaz de Cevallos, Vicente Díaz de Cevallos, N. Díaz de Cevallos, Eustaquio Díaz de Rada, Ramón Domingo, N. Doñamayor, José María Dorda, Martín L. de Echévarri,  N. Elío, Miguel Equiazu, N. Escribano, Venancio Eyaralar, José Feliu, Santiago Fernández, N. Fernández Charrier, José Fernández de Córdoba, José Ferrón, ...

Eusebio Rodríguez Román, Román Sáenz de Inestrillas, Vicente de Albalat, Francisco de Albalat, Juan de Herrera, Marcelino Ortiz de Zárate, Félix Díaz Aguado, Juan de Sureda, Tomás de Sureda, Fernando de Oraá y Cologan, José de Berriz y de Ochoa, José Pérez de Guzmán y Herrera, Manuel Marco y Rodríguez, Ramón Argonz, Marqués de las Torres de Orán, Rodrigo de Medina y Esquivel, Pascual Gamundi, Rafael Álvarez y Cacho, Domingo de Egaña, Ángel Casimiro Villalain, Ramón Nolla Martí, Andrés Madrazo, José Garín y Vargas, Francisco Tallada y Forcadell, Manuel de la Cruz, Tomás Vivas, Joaquín Ferrer, Francisco Roca, Manuel Ibars y López, Conde de Coma de Prat, Conde de Caltavuturo, Joaquín Zaforteza y Crespí de Valldaura, Francisco Hernando, Inocencio de Dorronsoro y Zuarda, Juan Nepomuceno de Orbe y Mariaca Marqués de Valde-Espina,  José María de Orbe y Gaytán de Ayala, Cándido de Orbe y Gaytán de Ayala, José Díez de la Cortina y Cerrato, José Díez de la Cortina y de Olaeta, Alejandro Díez de la Cortina, Manuel de Oraá, Marcelino de Oraá, Antonio Oliver, José Oliver, Isidoro de Iparraguirre, Álvaro de Maldonado, Simón de Montoya y Ortigosa, José M. G. de Solana, Juan de Parada, José A. de Wenetz, Juan Baró Oromí, Regino Mergeliza de Vera, Joaquín Pallés, Gerardo Martínez de Velasco, Pedro Vidal, José Ramos y González, Enrique Sacanell, Justo Sanjurjo, Joaquín Aranda, Andrés de Ormaeche, Pedro Balanzategui Altuna, Juan José de Aizpurúa, Martín Luciano de Echevarri, Miguel Lozano Herrera, Hermenegildo Díez de Ceballos, Castor de Andechaga y Toral, Vicente Sabariegos Sánchez, Joaquín Llavanera Sola, José Ruiz de Larramendi, Matías de Val, Manuel Salvador Palacios, José de Lerga, Fernando Ordoñez, Federico Anrich Santa-María, Pablo Montañes Berdol, Luis de Pagés Caballero, Mario del Villar Castropol, Joaquín de Montagut Villalta, Marcelino Martínez de Junqueras, Ramón M. de San Juan, Jerónimo García, Fernando Vázquez, Juan Gener de Campmajo, Esteban Herrero García, Manuel Plana, Francisc Tomás Chinchilla, Domingo Calvo Peguero, Leonardo Garrido López, José de Respaldiza, Carlos Cruz Rodríguez, Conde de Ayamans, Conde de Fuentes, Conde del Pinar, Diego Fernández Hinestrosa, Manuel de Saavedra, Florentino Polo Peyrolón, José Fernández de Hinestrosa, Salvador Elío.


PRESIDENTES DE CÍRCULOS CARLISTAS EN 1913: 1, D. Damián Abad, Almería; 2, D. Daniel Serres, Mora de Ebro; 3, D. Antonio Andrada, Casar de Cáceres; 4, D. Antonio de Venetz, Tortosa (Tarragona); 5, D. Esteban Aceitero, Alcalá de Henares; 6, don Vicente Elchavarri, Azcoitia; 7, señor Marqués de Tola de Paytán, Bilbao; 8, don Juan María Roma, Barcelona; 9, D. José María Arrilucea, Orduña (Vizcaya); 10, D. Miguel Escursell, Sarriá (Barcelona); 11, D. Francisco J. Muncunill, Berga; 12, D. Ramón Morlanes, Villarroya de la Sierra (Zaragoza); 13. D. Serafín Zúñiga, .Mendigorría (Navarra); 14, D. Francisco de P. Gérbau, Palafrugell; 15, D. Gregorio Ormaechea, Ermua (Guipúzcoa); 16, D. Federico Manjo, Llardecans (Lérida); 17, D. Mateo Ferrer, Felanitx (Mallorca); 18, D. Laureano Alonso, Zamora; 19, don Juan Pablo Huerta, Haro (Rioja); 20, D. Jesús Dermit Aranco, Asua (Vizcaya); 21, D. Jesús Felipe Arenzana, Calahorra (Rioja); 22, D. Andrés Gómez, Alquería Jumilla (Murcia); 23, D. Antonio Gallarreta, Somorrostro (Vizcaya); 24, D. Elías Buruaga, Ochandiano (Vizcaya); 25, don Antonio Pagoaga, Eibar (Guipúzcoa); 26. D. Pedro Clemente Marín, Teruel (Aragón); 27, D. Francisco Llarando Rodón, Reus (Tarragona); 28, D. Justo Sanz Fernández, Segovia; 29. D. Vicente Martínez Palazón, Linares; 30, D. José María Lumbreras, Bolueta (Begoña); 31, D. Diego Tarascón, Casas de Juan Núñez (Albacete); 32, D. Francisco María Ayestarán, Sestao (Vizcaya); 33, D. Joaquín Zubiaga, Motrico (Guipúzcoa); 34, D. Miguel Sasiambarrena, Zumárraga; 35, D. Lorenzo Bolinaga, Mondragón; 36, D. Martín Satristegui, Puente la Reina (Navarra); 37, D. José Viñes Casado, Villanueva y Geltrú; 38, D. Juan Roca, Gironella (Barcelona); 39, D. Fermín Roca Coma, Manresa; 40, D. Lorenzo Marticorena, Pamplona; 41. D. Dionisio Martínez, Estella; 42, D. Juan Camprodón, Manlleu; 43, D. Luis Pujol Casas, Vich (Barcelona); 44, D. Emiliano Moscosa, La Coruña; 45, D. José Anambarrena, Rentería (Guipúzcoa); 46, D. José Tormo Crú, Huesca; 47, D. Vicente Vilaz, Manises (Valencia); 48, D. Domiciano Merino, Carrión de los Condes (Palencia); 49, don Isidoro Gómez, Labastida (Alava); 50, D. Cástor San Pedro, Laguardia (Alava); 51, D. Juan Antonio Echevarría, Villafranca (Guipúzcoa); 52, D. Juan Beta, Paterna (Valencia); 53, D. Felipe González, Cuzcurrita Río Tirón (Rioja); 54, don Tomás Lambarri, Sopuerta (Vizcaya); 55, D. Isidoro Zabaleta, Bargota (Navarra); 56, D. Salustiano Valencia, San Martín de Unz (Navarra); 57, D. Agustín Echavarri, Coria (Cáceres); 58, D. José Broch Juan, Villarreal (Castellón); 59, D. Francisco Abad, Bóveda; 60, D. Bartolomé Sala, Campos (Baleares); 61, D. Ramón G. Talavera, Casatejada (Cáceres); 62, D. Vicente Calduch, Pedralba (Valencia); 63, D. Francisco Mases, Borjas Blancas (Lérida); 64, D. Modesto Urquía, Abanto y Ciérvana; 65, D. Antonio Colomer Ibáñez, Onteniente (Valencia); 66, D. Felipe Martel Cabrera, Las Palmas (Canarias); 67, D. José María Sierra, Santander; 68, don D. Martin de Elorduy. Gijón; 69, D. Rudesindo D. Boizán, Noreña (Oviedo); 70, D. Pedro Gual y Gual, Palma de Mallorca; 71, D. José María Micó, Muro (Alicante); 72, D. Ramón Llantada, Baracaldo (Vizcaya); 73, D. Juan Zufiaurre Irujo, Tafalla (Navarra); 74, D. Sandalio Manso, Albaida (Valencia); 75, D. Daniel Navarro, Logroño; 76, D. Pedro de Polo, Gerona; 77, D. Gregorio Moreno, Calatayud; 78, D. Epifanio Urquizabaso, Guernica; 79, D. Marcos de Unamunzaga, Durango; 80, D. Joaquín Carceller, Forcall (Castellón); 81, D. Joaquín del Portillo, Tecla (Murcia); 82, D. Damián Cusó, San Feliu de Llobregat; 83, D. José Muñezcan, Vitoria; 84, D. Ramón Beitia, Irún; 85, D. Francisco Sanz, Villatuerta (Navarra); 86, D. Juan Jané y Andreu, Bafin (Tarragona); 87, D. Benito Onraita, Oñate (Guipúzcoa); 88, D. Francisco Zubeldia y Pedro Caballero, Tolosa; 89, D. Adrián Querejeta, Elorrio; 90, D. Montserrat Vallet, Gracia (Barcelona); 91, D. Ramón Parés Vilasán, Tarrasa, y 92, D. Jorge Arnedo, Caudete (Albacete). El Correo Español (07/01/1913)


ALGUNOS POLÍTICOS CARLISTAS HISTÓRICOS DESTACADOS:

EXCMO. SR. DUQUE DE SOLFERINO. Senador del Reino por derecho propio y Jefe Regional de Cataluña.
EXCMO. SR. MARQUES DE SAN MARTIN. Diputado a Cortes por Aoiz en varias legislaturas y Jefe Regional de Castilla la Nueva y Extremadura.
EXCMO. SR. MARQUES DE VILLADARIAS. Presidente de la Junta Central Católico-Monárquica en el período revolucionario.
EXCMO. SR. MARQUES DE BELLET. Del Consejo Regional Carlista de Valencia.
EXCMO. SR. MARQUES DE CASTRILLO. Delegado de Carlos VII en las provincias de Málaga, Granada, Almería y Jaén.
EXCMO. SR. MARQUES DE VALDEFLORES. Presidente de la Junta Provincial de Córdoba.
EXCMO. SR. MARQUES DE LA ROCA. Senador carlista por Tarragona en las Cortes de 1870.
EXCMO. MARQUES DE VESSOLLA. Senador por Navarra en varias legislaturas, y había sido Ayudante de Ordenes de D. Alfonso Carlos.
EXCMO. SR. CONDE DE BELASCOIN. Vicepresidente del Centro Militar Carlista de Madrid.
EXCMO. SR. CONDE DE CASASOLA. Diputado a Cortes por La Guardia.
EXCMO. SR. CONDE DE MONTENEGRO. Senador por Las Baleares en 1871 y 1872.
EXCMO. SR. CONDE DE SOL. Senador del Reino en 1871 y 1872.
SR. CONDE DE DOÑA MARINA. Director de «La Verdad» de Santander; de «El Basco» de Bilbao y Vicepresidente de la Junta Regional de Castilla la Nueva.
EXCMO. BARON DE ALBI. Gentil-hombre de Carlos VII y del Consejo Regional de Cataluña.
EXCMO. SR. CONDE ROCHE. Jefe Regional del Reino de Murcia, y Diputado a Cortes por dicha capital de 1871 a 1873.
EXCMO. SR. CONDE DEL CASTILLO DE PINEYRO. Diputado a Cortes por Tudela en 1907 y 1910.
EXCMO. SR. CONDE DE VALDELLANO. Vicepresidente de la primera Juventud Jaimista de Madrid y de la Junta de la Casa de los Tradicionalistas de la Corte.
ILTRE. SR. DON CESAREO SANZ Y LOPEZ. Diputado a Cortes por Pamplona de 1871 a 1873, Vocal del Tribunal Supremo de Guerra y Marina de Carlos VII.
SR. D. RAFAEL DE LLANZA. Diputado a Cortes por Villafranca en 1871.
SR. D. BARTOLOME FELIU. Diputado a Cortes por Tafalla, y Delegado de Carlos VII en España.
SR. D. JOAQUIN DE CORS GUINART. Senador por Gerona en las Cortes Constituyentes.
SR. D. JOAQUIN OLIVAS ZAFONT. Diputado a Cortes por Olot, en 1869.
SR. D. RAMON SOMOZA SAAVEDRA. Diputado a Cortes por Sarriá (Lugo) en 1871.
SR. D. JUAN JOSE ARECHAGA LANDA. Senador carlista por Vizcaya en 1871.
SR. D. ANTONIO VASQUEZ MERGELIZA. Jefe provincial por Ciudad-Real y Director de «El Manchego».
SR. D. NARCISO DE CASTELLVI DE VILLALONGA. Diputado a Cortes por Vendrell en 1871.
SR. D. JOSE MARIA DE AMPUERO. Senador del Reino por Guipúzcoa en 1907.
SR. D. VALENTIN NOGUERUELA. Diputado general provincial por Haro en 1907.
SR. D. MANUEL BONMATI DE CENDRA. Senador por Gerona en 1907.
SR. D. EMILIO SICARS DE PALAU. Senador por Barcelona en 1907.
SR. D. EPIFANIO FORTUNY, BARON DE ESPONELLA. Senador por Lérida en 1907.
SR. D. RAMON DE VALLS Y DE BARNOLA. De las Juntas Regional y Provincial de Barcelona y del Consejo de Redacción de «El Correo Catalán».
SR. D. JOSE ERASMO DE JANER. Jefe Regional de los carlistas catalanes y cofundador de «El Correo Catalán».
SR. D. LORENZO M. ALIER CASSI. Diputado a Cortes por Cervera en 1907 y Secretario de la Junta Regional de Cataluña.
SR. D. MIGUEL JUNYENT ROVIRA. Diputado a Cortes por Vich en 1907. Director de «El Correo Catalán», Jefe Regional con Jaime III y Concejal de Barcelona.
SR. D. MARIANO BORDAS FLAQUER. Diputado a Cortes por Berga en 1907 y Concejal de Barcelona en 1922.
SR. D. SALVADOR ANGLADA. Concejal de Barcelona y miembro en la Junta Regional en 1932 y 1933.
SR. D. JUAN BTA. VIRA CABALL. Concejal de Barcelona y miembro de la Junta Regional de Cataluña.
SR. D. TOMAS CAYLA. Jefe Provincial de Tarragona, Director de «Joventut», Jefe de la minoría carlista del Ayuntamiento de Valls y posteriormente Jefe Regional de Cataluña en 1936 asesinado por los rojos.
SR. D. PEDRO ROMA CARPI. Secretario de la Junta Regional, Presidente de la Juventud y del Círculo carlista de Barcelona.
SR. D. TOMAS DE CENDRA. Vicepresidente de la Junta provincial de Gerona y vocal de la Regional de Cataluña en 1919.
SR. D. JOAQUIN DE SOLA MORALES. Diputado provincial carlista por Olot-Puigcerdá, de la Junta provincial de Gerona y Regional de Cataluña.
SR. BARON DE VILAGAYA. Vicepresidente de la Junta Regional de Cataluña y del Consejo de «El Correo Catalán».
SR. D. LUIS PERICAS MORROS. Diputado provincial por Vich-Granollers varias veces y miembro de las Juntas Regional de Cataluña y Provincial de Barcelona.
SR. D. LUIS ARGEMI DE MARTI. Vicepresidente de la Junta Regional de Cataluña, Senador del Reino y Diputado provincial por Barcelona.
SR. D. NARCISO BATLLE Y BARO. Diputado a Cortes por Barcelona en varias legislaturas y miembro de la Junta Regional de Cataluña.
SR. D. JOSE MARIA DE SITJAR. Presidente de la Junta Provincial Carlista de Barcelona en 1907.
SR. D. RAMON RIERA. Concejal carlista del Ayuntamiento de Barcelona.
SR. D. BARTOLOME TRIAS. Diputado a Cortes por Vich en diferentes legislaturas, Presidente de la Juventud Tradicionalista de Barcelona y Gerente de «El Correo Catalán».
SR. D. JOAQUIN GOMIS CORNET. Jefe carlista del Distrito de Manresa, de la minoría Carlista del Ayuntamiento de aquella ciudad. y del Consejo de Administración de «El Correo Catalán» y de la Junta Regional del 1930 al 1934.
SR. D. PIO DE VALLS Y DE FELIU. Diputado provincial carlista por el distrito de Arenys-Mataró durante muchos años.
SR. D. JOSE MARIA VILAHUR. Jefe provincial de Gerona y Diputado provincial por Gerona en distintas elecciones.
SR. D. TOMAS PINYOL. Jefe provincial carlista de Lérida y diputado provincial por Lérida-Borjas Blancas.
SR. D. MANUEL PUIGREFAGUT. Diputado provincial por Vich-Granollers y Jefe carlista del Distrito de Vich.
SR. D. JUAN LAVAQUIAL. Vicepresidente de la Junta provincial de Lérida y Concejal del Ayuntamiento de la capital.
SR. D. JOAQUIN AVELLA. Jefe provincial carlista de Lérida y Diputado provincial por Valls-Montblanch durante muchos años.
SR. D. JUAN SOLER Y ROIG. Concejal del Ayuntamiento de Barcelona, vicepresidente de la Junta provincial de la misma y autor de algunas obras carlistas.
SR. D. JESUS CONDOMINES. Secretario de la Junta Provincial carlista de Barcelona y concejal carlista de la capital.
SR. D. VICTOR J. OLESA. Diputado provincial por Tortosa-Roquetas y Presidente de la Junta Provincial carlista de Tarragona durante muchos años.
SR. D. SALVADOR MORALES. Aposentador del Cuartel de Carlos VII y periodista católico-monárquico.
SR. D. CIRIACO NAVARRO VILLOSLADA. Miembro de la histórica Junta de Vevey y Director durante mucho tiempo del diario de Madrid «El Pensamiento Español».
SR. D. JULIAN DE OTAL. Diputado a Cortes por Alcañiz.
EXCMO. SR. D. CELESTINO DE ALCOCER. Diputado a Cortes por Vitoria y Laguardia, y Jefe Regional de Castilla la Vieja.
SR. D. CAYETANO BUHIGAS MONTRABA. Diputado provincial varias veces por Vich-Berga.
EXCMO. SR. D. MIQUEL DE DORRANSORO. Diputado General de Guipúzcoa.
SR. D. ANTONIO JUAN DE VJLDOSOLA. Diputado a Cortes por Bilbao de 1869 a 1873.
SR. D. IGNACIO DALMAU Y DE BAGUER. Diputado a Cortes por Seo de Urgel de 1871 a 1873.
SR. D. RAFAEL DIAZ AGUADO SALABERRY. Presidente de la Juventud Carlista de Madrid. Diputado a Cortes por Tolosa en 1807 y 1810 y Presidente del Círculo Tradicionalista de Madrid.
EXCMO. SR. D. MANUEL DE SUREDA Y DE BOXADORS. Diputado a Cortes por Palma de Mallorca y Comisario Regio de Carlos VII por las Baleares.
EXCMO. SR. D. PEDRO LLOSAS Y BADIA. Diputado a Cortes por Olot en distintas legislaturas.
EXCMO. SR. LUIS DE TRELLES. Diputado a Cortes por Vilademuls (Gerona) de 1871 a 1873.
EXCMO. SR. D. BENIGNO DE REZUSTA. Senador del Reino de 1893 a 1895 por la provincia de Guipúzcoa.
SR. D. BIENVENJDO COMIN. Del Consejo Provincial de París 1869, secretario de Carlos VII y miembro de la Junta de Vevey en 1870.
SR. D. PASCUAL COMIN. Jefe Regional de los carlistas de Aragón con Don Carlos y con Don Jaime.
SR. D. RODRIGO IGNACIO DE VARONA. Diputado a Cortes por Alava de 1871 a 1873.
SR. D. FRANCISCO DE P. OLLER. Notabilísimo escritor carlista, fundador de la primera Biblioteca Tradicionalista y de varios semanarios carlistas y representante de D. Carlos, D. Jaime y D. Alfonso Carlos en la República Argentina.
SR. D. CARLOS FERNANDEZ DE HINESTROSA. Gentil-hombre de D. Jaime de Borbón.
SR. D. AGUSTIN CRESPI DE VALLDAURA. Presidente del Centro Parlamentario carlista en 1871 y 1872.
SR. D. LEON CARBONERO SOL Y MERAS. Notable escritor carlista.
SR. D. MANUEL CARBONERO SOL Y MERAS. Periodista y Vicepresidente del Circulo Tradicionalista de Madrid.
SR. D. JUAN VIDAL DE LLOBATERA. Diputado a Cortes por Torroella de Montgrí y Auditor de Guerra de los carlistas.
SR. D. MANUEL DE BOFARULL Y DE PALAU. Diputado a Cortes por Vilademuls en 1907 y Senador por Gerona en 1912.
SR. D. RAMON ORTIZ DE ZARATE. Diputado a Cortes por Vitoria desde 1868 a 1871.
SR. D. RAMON ORTIZ DE ZARATE (sobrino del anterior). Director de «El Correo del Norte». Diputado provincial de Alava y fundador del diario «El Alavés».
SR. D. JOAQUIN LLACH. Presidente de la Junta provincial de Gerona y vocal de la Regional en 1919.
SR. D. DALMACIO IGLESIAS. Diputado a Cortes por Gerona y fundador de «La Voz de la Tradición».
SR. D. JUAN L. MARTIN MENGOD. Primer Director del «Diario de Valencia», Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Valencia y culto publicista.
SR. D. JOSE DE ESPAÑA Y DE ORTEU. Presidente, durante muchos años de la Junta Provincial carlista de Barcelona y del Círculo Tradicionalista de la capital.
SR. D. DOMINGO VALLS. Presidente de la Junta Provincial de Lérida y vocal de la Regional en 1919.
SR. D. JOAQUIN MARIA DE SULLA. Diputado a Cortes carlista por Tremp en las Cortes de Don Amadeo.
EXCMO. SR. MARQUES DE DOU. D. Luis Fernando de Alós era Diputado a Cortes por Tortosa en el reinado de Isabel II. Toda su vida estuvo adherido a la Causa Católico-Tradicionalista. Perteneció a la Junta Regional carlista de Cataluña, al Consejo de Redacción y Administración de «El Correo Catalán» durante muchos años; gran amigo del Sr. Llauder y muy querido de Don Carlos VII.
SR. D. ALBERTO DE URRIES. Hijo de los Marqueses de Ayerbe, a la muerte de Fernando VII abrazó la causa carlista, tomando parte en cuantos trabajos de conspiración y organización fueron menester, captándose el odio y la persecución de los liberales, que se cebaron en él. En 1868. en Zaragoza, con Comín, el General Maco, el Conde de Robles, Serrano Franquini. se pusieron al frente del movimiento carlista de Aragón.
SR. D. JOSE SORRIBES Y RUIZ. PBRO. El Doctor Sorribes, Capellán Real del Monasterio de El Escorial, cuando el destronamiento de Doña Isabel emigró a Francia, donde trabajó en favor de la Causa Carlista. desempeñando delicadas comisiones. Culto escritor, sus artículos en «El Correo Catalán» hicieron célebre el pseudónimo de «Un Ermitaño».
SR. D. FELICIANO DE OCAÑA MANZANARES. Entusiasta conspirador y favorecedor de la Causa Carlista en la Tercera Guerra. Presidente de la Junta Tradicionalista del distrito de La Latina de Madrid.
SR. D. JOSE GALINDO Y VIDIELLA. Presidente de la Diputación carlista de Aragón. en 1875.
SR. D. MARTIN GAYTAN DE AYALA. Gentil-hombre de D. Jaime de Borbón.
SR. D. ARTERO DE SAMANIEGO. Secretario de D. Jaime III.
SR. D. JESUS L. DE GRIMAREST. Presidente de la Junta Provincial Tradicionalista de Sevilla en 1871 a 1873.
SR. D. ANTONIO QUERALT. Presidente del Circulo Carlista de Tortosa en los azarosos tiempos de conspiración que precedieron a la Tercera Guerra.
SR. D. RAMON DE SALVADOR. Presidente de la Diputación Carlista del Maestrazgo en 1875.
SR. D. JOSE ZAFORTEZA Y MUSOLES. Fue Presidente de la Juventud Carlista de Palma de Mallorca.
SR. D. JOSE QUINT ZAFORTEZA Y TOGORES. Diputado a Cortes por Manacor en 1871 y 1873.
SR. D. JUAN VIDAL CARLA. PBRO. Diputado a Cortes por Sort (Lérida) cuando las Constituyentes.
SR. D. PASCUAL DE ISASI ISASMENDI. Diputado a Cortes carlista por Bilbao en 1869.
SR. D. JOAQUIN HERNANDEZ RODRIGUEZ. Diputado a Cortes carlista por Ordenes en 1871.
SR. D. GUSTAVO SANCHEZ MARQUEZ. Escritor tradicionalista y Administrador-Gerente de «El Correo Español» durante muchos años.
SR. D. JUAN B. FALCO. Fundador de la «Biblioteca Popular Carlista». Jefe redactor de «El Correo Catalán» y corresponsal colaborador de la prensa carlista en Barcelona.
SR. D. FERNANDO FELIPE FERNANDEZ. PBRO. Diputado a Cortes carlista por Orense en las Cortes Constituyentes.
SR. D. GUILLERMO VERD. Diputado a Cortes carlista por Inca (Baleares) en 1871.

(Listado superior extraído del Álbum histórico del Carlismo: 1833-1933-35)

MÁS CARLISTAS DEL SIGLO XX:

Inocencio Iglesias Urdain, combatiente requeté laureado con 13 años de edad; Celestino García Verde (†1938), tradicionalista muerto de enfermedad durante la Cruzada; Fernando Quintillá Bayle (ca.1898-1965), linotipista de El Correo Catalán y abanderado de requetés; Esteban Ezcurra Arraiza (1888-1964), alcalde de Echauri y comandante jefe de requetés de Navarra durante la Cruzada; José Roca Fábregas (†1966), administrador de la Hoja del Lunes (†1966); Buenaventura Roca Fábregas (†1958); Juan Roca Fábregas (†1959); Antonio Roca Fábregas; Lorenzo Díez Villanueva (†1958), médico y medalla de la Vieja Guardia y de las Aspas de Borgoña; Ramón Gassió Bosch, médico y miembro de la Asociación de la Prensa; Francisco Guarner, diputado provincial; Pedro Roma Campi (ca.1887-1970), teniente alcalde del Ayuntamiento de Barcelona y miembro de la Junta Regional de la C.T. en Cataluña; Salvador Anglada Llongueras (1878-1936), miembro de la Junta Regional de la C.T. en CataluñaJosé María Marqués Sabater (1877-1956) miembro de la Junta Regional de la C.T. en Cataluña; Juan Bautista Viza Caball (1884-1979), miembro de la Junta Regional de la C.T. en Cataluña; Agustín Rubió; Carlos Massagué; Santiago Garrigó; Romero Gimeno; Juan Molleda; José María Roger; José Bernabé Oliva;

Francisco Baygual, presidente del consejo de administración del Fomento de la Prensa Tradicionalista S.A.; José María Baygual; Claudio Colomer Marqués (1921-2015), director de El Correo Catalán; José María Comalrena de Sobregrau;


Manuel Piorno Martín de los Ríos (†1971), jefe regional de la Comunión Tradicionalista en la región leonesa durante la década de 1960; Antonio María Solís García, consejero nacional de la Comunión Tradicionalista durante la década de 1960;