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martes, 19 de julio de 2016

Celebración del 80 aniversario del Alzamiento Nacional en Granada

Un puñado de tradicionalistas y simpatizantes del Círculo General Carlos Calderón de Granada nos reunimos ayer, 18 de julio, para celebrar un año más el día del Alzamiento Nacional, del que se cumplen 80 años, y honrar a todos los que dieron sus vidas por la tradición católica de España. A tal fin acudimos al cementerio a rezar por los muertos de la Cruzada en el patio en el que yacen los caídos por Dios y por la Patria.



Oración

Oh Dios, Creador y Redentor de todos los fieles, concede la remisión de todos sus pecados a las almas de tus siervos que por Ti y para que España fuera siempre tuya, gozosos sufrieron el martirio. Y a nosotros, por su intercesión, haznos dignos de su sacrificio con una vida pura y plenamente ajustada a tu Voluntad, para gozar también de la felicidad del descanso y los esplendores de la luz eterna. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.


Manifiesto

Nos hemos reunido en este campo santo para honrar a los que dieron sus vidas por Dios y por la patria y conmemorar y reafirmar las dos premisas fundamentales del 18 de julio: que fue una Cruzada y que el Requeté salvó a España.  

Esto no es una actitud nostálgica, sino una reivindicación política de primer orden. Los partidos políticos quieren que la Iglesia pida perdón por la Cruzada para que la orfandad política de los católicos aumente, para que cualquier reacción ante la inmoralidad reinante sea deslegitimada y para que la estrategia postconciliar suicida de reducir la religión al ámbito de lo privado y de las sacristías (sacristías e iglesias que en 1936 no recibieron el respeto de los criminales de la izquierda) llegue a sus últimas consecuencias con el total desarme doctrinal e ideológico de los católicos en la política.

La Comunión Tradicionalista, sin ninguna clase de hipotecas ni componendas, se reafirma coherente con su trayectoria histórica de 1936 y proclama un año más su orgullo por el sacrificio para la derrota del marxismo. 

Aquel 18 de julio se produjo una legítima sublevación contra un poder tiránico, sectario y antiespañol. Es una asignatura pendiente el saber distinguir entre lo legal y lo moral. Y es moral y acorde con nuestra santa Fe católica el tiranicidio y el alzamiento contra los poderes ilegítimos. 

La República, nacida paradójicamente de unas elecciones municipales en las que los republicanos no obtuvieron ni siquiera la mayoría, fue consecuencia de la cobardía de una dinastía usurpadora que se desentendió del futuro de España. Las mismas izquierdas que tanto decían defender la legalidad republicana no tuvieron reparo en alzarse sangrientamente contra ella en 1934 ante el resultado adverso de las urnas. 

Pero hoy día, por culpa de las derechas burguesas, la izquierda ha elevado a dogma democrático que los levantamientos armados de las izquierdas son revoluciones populares y si esos levantamientos son de signo patriótico y religioso son golpes de Estado. 

Para el Carlismo el 18 de julio fue ni más ni menos que la culminación gloriosa de muchos años de preparación para un enfrentamiento que se entendía inevitable entre la España católica y la Antiespaña. Por eso reivindicamos la Cruzada de Liberación Nacional y a los héroes que hicieron posible la victoria.

¡Viva Cristo Rey!
¡Viva España!
¡Viva el Rey legítimo!


A continuación fuimos al cercano mirador del Barranco del Abogado para divisar la ciudad que hace 80 años ganaron los bravos militares y requetés para la causa nacional.


Finalmente, en ambiente de camaradería y siguiendo la sana costumbre de nuestra tierra, no pudo faltar un brindis por la gesta del 18 de julio con un buen tapeo.

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